Durante el atraco de Yuncos (Toledo), ocurrido el 5 de octubre de 2013, se efectuaron 8 disparos, con los que “hubo intención de matar a los dos guardias civiles. Pudieron pegar un puñetazo o un empujón a Román David, pudieron tirarle al suelo, pero no, le dispararon al cuello” ha dicho el fiscal durante la exposición de sus conclusiones en el juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de Toledo contra los tres acusados del atraco al supermercado Mercadona que acabó dejando tetrapléjico y en silla de ruedas al guardia civil Román David. Todo era, en palabras del fiscal, “un plan criminal de los tres, previamente pergeñado”.

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Hoy, en la última jornada del juicio (a no ser que no dé tiempo a todas las exposiciones y se reanude el lunes 29), el día de las conclusiones definitivas, las partes han mantenido básicamente sus posiciones. Así, el fiscal insiste en que los tres acusados fueron los autores del atraco: José Manuel Cifuentes, a quien considera el cabecilla de la banda; Miguel Ángel Seoane y Ángel García Caro, el único que ha reconocido su participación en el atraco y que exculpó a los otros dos, si bien negó ser el autor de ninguno de los disparos.

 

 

La defensa de Cifuentes y Seoane también mantiene su posición e insiste en pedir la libre absolución de los dos, quienes han negado su participación en el atraco porque, ha dicho, “mis clientes no tienen ninguna relación con estos lamentables hechos. Y hay una serie de nulidades que impiden valorar la prueba. Siempre hemos mantenido la misma postura, estoy convencido de lo que defendemos”.

Cuestionado por los periodistas justo antes de comenzar la última sesión del juicio sobre quiénes eran, según él, los otros dos atracadores que acompañaban a García Caro (este había dicho que eran un georgiano y un rumano, Michael y Stalin), el abogado de Cifuentes y Seoane, «además la Policía que fue una línea de investigación, lo que pasa es que luego la descartaron. ¿Por qué los acusa el fiscal? Porque está haciendo su trabajo, pero para eso está la defensa, para tratar de que luzca la verdad».

[ze_summary text=»La defensa de Cifuentes y Seoane insiste en que ninguno de los dos participó en el atraco al Mercadona»]La defensa de Cifuentes y Seoane insiste en que ninguno de los dos participó en el atraco al Mercadona[/ze_summary] 

Y ha insistido en que todos los testigos de Mercadona «han dicho que eran rumanos». Ha recalcado que todo el proceso debería ser nulo, «porque esto empezó con un barrido de repetidores que ninguna ley ampara».

El relato del fiscal, por el contrario, ha repasado detalle a detalle y durante tres horas los momentos del trágico suceso.

En el atraco de Yuncos se emplearon dos armas semiautomáticas y un revolver

En este sentido, ha recordado que se utilizaron dos armas semiautomáticas y un revólver. Con ellas se efectuaron al menos 8 disparos, uno de ellos fue al cuello de Román David y le dejó tetrapléjico; los otros siete fueron contra la otra agente de la Guardia Civil, también con el propósito de matarla, concluyó el fiscal, aunque ella se mantuvo en el interior del vehículo oficial y sufrió un ataque de pánico. Y mantiene su tesis de que el acusado José Manuel Cifuentes disparó a Román David, “quien no tuvo tiempo de reaccionar”.

 

 

El botín del atraco de Yuncos fue de 2.442 euros en monedas y se dejaron 60.000 en billetes, porque a García Caro se le cayeron las bolsas en la huida del supermercado.

Respecto a las declaraciones de varias testigos, trabajadoras de Mercadona, quienes durante la vista oral dijeron que el acento de algunos de los tres pudiera ser de personas de Europa del este, el fiscal ha concluido que como urdieron todo un plan criminal, «¿piensan que prepararon todo y no alteraron el acento con el único fin de confundir a la gente?».

Ha recalcado que los tres autores del atraco «utilizaron guantes, por eso no hay huellas; y caretas y gorras para no ser reconocidos. Incluso alteraron su aspecto físico, robaron un coche y luego lo quemaron, y utilizaron pistolas ‘legales’ que no habían sido usadas antes y luego las destruyeron. Por eso se pidieron datos de los repetidores telefónicos, porque es lo único que se podía hacer».

«Olvidaron un dato muy importante, las caretas de látex»

Pero… «Olvidaron un dato muy importante, las caretas de látex, que llamaron poderosamente la atención de los investigadores». Caretas que se compraron por internet a una empresa de Alemania «pero no fueron ellos, sino a través de un amigo. Y este, a su vez, se lo dijo a otro amigo para que él las pidiera por internet, las pagara con su tarjeta electrónica y las recibiera en su casa. Así ellos no conocían al comprador, demostrando un nivel de profesionalización muy grande».