Avanza el otoño y, aunque las temperaturas van con retraso este año, el frío no tardará en llegar. Las familias vuelven en busca del cobijo del hogar, pero cuando tu casa está en un garaje, la época que va de septiembre a mayo puede ser muy dura de pasar. Un matrimonio que vive en una localidad de la provincia de Toledo se las apaña como puede para sacar adelante cinco hijos, sin una casa como tal y sin camas para dormir. Por eso Cáritas quiere solucionar el problema.
Actualmente viven en un garaje con una pequeña zona habilitada como cocina y otro espacio que se usa como dormitorio. Dos de los niños comparten cada noche un colchón que ponen en el suelo y que retiran nuevamente por la mañana, ya que en el garaje no hay espacio para dejarlo en un lugar fijo. El más chiquitín duerme en un sofá.
Aunque el resto de miembros cuenta con algo más de suerte y tiene camas, éstas están en muy malas condiciones: «Los somieres tienen las patas rotas y las están sujetando con ladrillos» explicaba a encastillalamancha.es Mayte Paniagua, de Cáritas Toledo. El garaje no tiene el suelo pavimentado y el frío y la humedad se filtran por cualquier sitio.
[ze_summary text=»Los somieres tienen las patas rotas y las están sujetando con ladrillos»]Los somieres tienen las patas rotas y las están sujetando con ladrillos[/ze_summary]El teléfono de Cáritas ha sonado muchas veces con personas ofreciendo una cama para los pequeños, pero la carencia de espacio y la falta de unas instalaciones adecuadas no les permiten aceptarlos: «No hay donde meterlos», explica Paniagua. Entre tanto, los padres se mueven por toda la provincia en busca de un jornal al finalizar el día, mientras tratan de que la situación para los niños sea lo más llevadera posible. El más pequeño tiene 5 años y los mayores son ahora adolescentes.
«Lo ideal sería que pudieramos encontrar un piso o una casa donde pudieran pagar el alquiler, pero para eso necesitan un aval y trabajando en el campo es un gasto dificil de afrontar» asegura Paniagua quien también añade que «es gente que responde». Cáritas acoge por el momento a la familia dentro del Proyecto Diakonía, un programa de acompañamiento a familias que necesitan apoyo.
Toda ayuda para la familia es bien recibida
La semana pasada, Cáritas encontró ayuda para otra familia con un hijo de 3 años que estaba durmiendo sobre un montón de mantas dobladas, ya que el somier que tenía no contaba con un colchón. La respuesta de la gente no se hizo de esperar y enseguida consiguió tener una cama completa.
Para esta familia toledana es algo más complicado. Hasta que encuentren una vivienda a la que trasladarse, Cáritas recoge cualquier cama plegable, sofá-cama o mueble que pueda recogerse ya que el espacio es muy limitado.