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viernes, 22 de noviembre de 2024
María Dolores de Cospedal. villarejo
María Dolores de Cospedal. Foto - Rebeca Arango
Tras las conversaciones con Villarejo - 07 noviembre 2018 - Castilla-La Mancha

María Dolores de Cospedal, exministra de Defensa y expresidenta de Castilla-La Mancha, ha anunciado en las redes sociales que deja su escaño en el Congreso y, por lo tanto, abandona su cargo de diputada por el PP por la provincia de Toledo.

«Hoy dejo mi escaño. Lo hago para liberar al PP de cualquier ataque, por muy injustificado que este sea. Sobre todo cuando estamos en un importante proceso electoral en Andalucía».


Y pide perdón «a mis compañeros del PP de Castilla-La Mancha y de Toledo, circunscripción por la que soy diputada, porque me hubiera gustado contarles mi renuncia personalmente. Pero a veces las circunstancias imponen otros tiempos. Espero tener la ocasión de verlos muy pronto».

«No he hecho nada de lo que me sienta avergonzada»

Recalca que decidió abandonar la política «desde el último Congreso Nacional del PP, donde todo el mundo recuerda cuál fue mi postura. Tenía previsto desde aquel día dejar la vida pública al término de una transición ordenada en mis responsabilidades. Eso es exactamente lo que hubiera hecho dentro de unos días. Nunca pensé que lo fuera a hacer en un ambiente así».

Entonces… El comunicado continúa de esta forma:

«Esta misma semana aseguré que no tenía por qué dejar mi escaño. No he hecho nada de lo que me sienta avergonzada. Pero después de reflexionarlo más, he querido adelantar mi decisión unas fechas porque, por una vez, tengo derecho a cuidar de mí misma y de los míos. Las interpretaciones que se hagan de mi salida ya no me atañen».

Cospedal afirma: «Yo nunca he mentido»

Cospedal ha señalado que «desde que empecé a dedicarme a la política, hace ya más de 20 años, no he tenido otro interés que servir a mi país a través de unas siglas, las del PP, que reflejan, mejor que ninguna otra organización política, el modelo de sociedad en el que creo, la idea de España que tantos millones de españoles compartimos, y los principios y valores que siempre he defendido».

Recalca, en un comunicado de tres páginas, que abandona su cargo de diputada «también para que mi formación política se sienta libre de denunciar la situación que vive nuestro país, empezando por un presidente del Gobierno que lo es gracias a los enemigos de España, y terminando por ese mismo Gobierno con dos ministros cesados y otros cuatro seriamente cuestionados, respectos a los cuales la vara de medir parece ser muy distinta. A diferencia de ellos, por poner un solo ejemplo, yo nunca he mentido».

«No habría actuado de forma diferente 10 años más tarde»

«He cometido muchos errores en mi vida, pero considero que mi interlocución hace nueve años con el responsable de una empresa autorizada por el Ministerio del Interior no es uno de ellos», explica en su comunicado la hasta ahora diputada del PP en el Congreso.

Por ello ha querido «reiterar» su «absoluta tranquilidad de conciencia ante lo que hice: escuchar y pedir aclaraciones, en mi papel de secretaria general, a quien acudió a mí para ofrecerme información que podía ser de interés capital para esclarecer comportamientos sospechosos que después la Justicia calificaría como delictivos».

Asegura Cospedal que al poco tiempo de llegar a la cúpula del PP comenzó «a conocer la existencia de casos de corrupción de personas vinculadas al partido. Personas que se aprovechaban de las siglas de una formación política intachable para perpetrar delitos que desde hace tiempo están judicializados».

Su obligación, afirma, era «tratar de saber lo que está ocurriendo» y «apoyar a mi partido en la regeneración, aunque fuese a costa de granjearme numerosos enemigos. No habría actuado de forma diferente 10 años más tarde», incide.

«Procuré por todo los medios a mi alcance, por supuesto dentro de los límites de la Ley, conocer la problemática de mi partido. ¿Se esperaba que yo hubiera mirado a otro lado si podía conocer mejor lo que estaba sucediendo? ¿Qué dirigente político, qué buen empresario, no trata de conocer a fondo todo aquello que afecta a su organización?», se pregunta.

Por todo lo expuesto, ella cuestiona «si es un pecado mortal haber hablado con un comisario de Policía que por aquel entonces acababa de ser condecorado por el entonces ministro del Interior del PSOE».

«Me equivoqué al pedir ayuda a mi marido»

Hay una cuestión en la que sí cree haber errado la que fuera presidenta de Castilla-La Mancha. «En lo que seguro que me equivoqué fue en pedir a mi marido, Ignacio López del Hierro, que me ayudara en un interlocución que no era fácil. Me equivoqué a la hora de pedirle que ayudara al PP. Ahora, él está pagando por haberme ayudado a tratar de tener un visión más clara de los que estaba ocurriendo», expone.

«Luché, pues era mi deber, contra los que traicionaron a mi partido y a la confianza de la sociedad. Ha sido un trabajo ingrato y difícil, pero tampoco me he arrepentido nunca. Se lo debía a mi gente y creo que también a todos los españoles».

«Siempre he dicho la verdad, nunca ordené ni encargúe espiar a nadie»

«Nunca he tenido que mentir, nunca lo he hecho. Siempre he dicho la verdad. Y la verdad es que nunca ordené ni encargúe espiar a nadie. Pedí más información para confirmar si eran ciertas cuestiones concretas que me habían hecho llegar y que podían afectar a determinadas personas. Esa era mi responsabilidad».

Además, ha pedido a sus compañeros de partido «lo que siempre les pedí: que cierren filas ante las injusticias. Siempre he creído que un partido que no es capaz de defender a los suyos cuando están siendo injustamente atacados no puede esperar que los ciudadanos confíen en él. Cuando tus adversarios políticos detectan que tu fortaleza es vulnerable, los ataques se multiplican».

Recuerden que hace unos días Cospedal también decidió dejar su cargo en la dirección nacional del PP

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