Cuenca sumida en ríos de agua. Así fue la noche del viernes en la capital conquense. Más de tres horas en las que por momentos las nubes arrojaban agua con mucha intensidad e incluso algunos minutos acompañaba el granizo.
Las consecuencias: los torrentes de agua se sucedían por toda la ciudad y en muchos puntos el tráfico quedaba cortado. Los conductores más intrépidos se la jugaban y atravesaban los lagos que se formaban en la carretera. Miren este vídeo a la altura del parque de San Fernando.
Pero no solo atravesaba la carretera. La ladera del parque era una auténtica catarata y el agua superaba la altura de los bancos.
En otro punto de la ciudad, en Villaluz, el torrente de agua derrumbó un muro de bloques de hormigón. Sótanos, garajes, bares de copas, muchos fueros los lugares que por su situación subterránea se vieron literalmente con el agua al cuello.
El servicio de Urgencias 112 de Castilla-La Mancha ayer recibió 45 avisos en la provincia de Cuenca y entre las 21 y las 24 horas se produjeron 20. La mayoría era por achiques de agua en garajes o viviendas bajas. Solo hubo un incidente más reseñable, una parte de la cubierta del pabellón Samuel Ferrer de la capital conquense cedió ante la fuerza del viento.
Las tormentas están azotando en gran parte de la región y con una fuerza inusitada. Por la mañana la tormenta embestía con fuerza la ciudad de Toledo pero avanzó por otros puntos de Castilla-La Mancha, hasta que también desembocó, como se puede comprobar, en un diluvio en Cuenca. Las granizadas se sucedieron en las zonas rurales de Cuenca, provocando importantes destrozos en las cosechas.