Decenas de personas han intentado evitar el desahucio de Safira Sánchez, una mujer de 23 años y con un 66 por ciento de discapacidad, aunque finalmente éste se ha producido y la mujer ha tenido que ser trasladada en ambulancia al Hospital General de Guadalajara, debido a la cardiopatía que sufre.
El diputado de Podemos en las Cortes regionales David Llorente, que ha sido una de las personas que desde las 6.00 horas de hoy han estado junto a Safira en la vivienda para evitar del desahucio, ha indicado que éste se ha producido entorno a las 10.00 horas, a pesar de las protestas en la puerta de la casa y de que la mujer, que vive sola y padece una cardiopatía por la que le han diagnosticado una discapacidad del 66 por ciento, no tiene otro alojamiento.
Llorente, que ha rechazado duramente el desahucio y la forma en la que se ha llevado a cabo, ha alertado de que la ejecución del mismo ha supuesto incumplir las medidas cautelares establecidas Nacionales Unidas.
Así, ha recordado que el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas (Comité DESC) exigió su paralización, pues además de la discapacidad que padece, se encuentra en una situación de «extrema vulnerabilidad», ya que sus ingresos se reducen a una pensión de 380 euros mensuales.
El diputado de Podemos en las Cortes ha explicado que Safira llevaba varios años como okupa en una vivienda de protección oficial que estaba vacía y que la entidad bancaria propietaria del inmueble, Kutxabank, ha solicitado el desalojo de esta persona, que debido a la tensión de la situación y a su enfermedad, ha tenido que ser trasladada al Hospital en ambulancia.
La Junta asegura que Safira no ha aceptado las alternativas
Safira no aceptó las alternativas que le planteó la Junta para abandonar la vivienda de protección social en la que vivía ilegalmente, tal y como ha informado la Consejería de Bienestar Social en un comunicado de prensa. Le ofrecieron alternativas como una ayuda de emergencia social, que le permita encontrar una vivienda alternativa a la ocupada, así como alojamiento temporal por ser un caso de emergencia social y ir a un centro de acogida para personas sin hogar.