La última mala noticia para Entrepeñas y Buendía no solo es el trasvase al que tendrán que hacer frente de 10 hectómetros tras la compraventa de derechos de agua entre regantes de Estremera (Madrid) y de Almería. O que el río Tajo ha perdido en los últimos tiempos el 61 por 100 de la biodiversidad avícola. O que solo el 9 por 100 del agua que queda almacenada es realmente agua, hasta el 13,5 por 100 es fango.
La última mala noticia es que un satélite de la NASA ya apenas reconoce el agua que hay en Entrepeñas y Buendía. El coportavoz y cofundador de la Plataforma en Defensa de los Ríos Tajo y Alberche y portavoz de Ganemos en el Ayuntamiento de Talavera, Miguel Ángel Sánchez , ya le ha bautizado como el «mar de Aral de Castilla».
En la imagen que se muestra en la cabecera de la noticia, en la que se ven dos capturas tomadas a la misma escala, se puede comprobar como ha mermado la mancha de agua en apenas un año. Aunque la calidad con la que capta el detalle el satélite de la NASA en esta proximidad no es muy buena, se ve claramente el descenso que se ha acometido en tan solo un año.
Son del mismo día con 365 días de diferencia, bueno, 366. La de la izquierda es de 26 de junio de 2016 y la de la derecha es del 27 de junio de 2017. Os preguntaréis por qué no son exactamente del mismo día, pidan explicaciones a las nubes…
Si quiere otra comparación, en la siguiente imagen se pueda ver a la izquierda una instantánea del satélite de la NASA tomada por Miguel Ángel Sánchez; y a la derecha una del satélite de Google del año 2016. La comparativa no está hecha con el satélite de Google porque no se actualiza a diario como el de la NASA.
El mar de Aral, destruido por los trasvases al igual que Entrepeñas y Buendía
Miguel Ángel Sánchez, publicó una de estas imágenes por satélite en su cuenta de Facebook y expresó que «estas dos manchas verdes es lo que queda del embalse de Entrepeñas sobre el Tajo. Buendía, en la parte inferior, aún mantiene más lámina de agua. El mar de Aral de Castilla»
El mar de Aral en referencia al lago que se ubica en Asia Central y que ha visto reducido su tamaño a solo un 10 por 100 de lo que fue en su día. En la actualidad, este desastre está considerado como una de las mayores catástrofes medioambientales de la historia reciente.
Además, el motivo de su deterioro tiene algo que ver con el de Entrepeñas y Buendía: los trasvases. Durante los años sesenta, la Unión Soviética comenzó a trasvasar agua desde los ríos que desembocan en el mar de Aral, el Amu Daria y Sir Daria. La situación geopolítica de la zona con los países por los que fluyen los ríos y en los que se ubica el mar enfrentados, impiden poder recuperarlo.
A todo esto hay que añadirle la alta contaminación que padece debido a pruebas armamentísticas y vertidos de residuos de fertilizantes durante todo el siglo XX.