Cuando en España el cambio climático estaba muy lejos de ser tema de conversación, y mucho menos de preocupación general, él ya estaba en Estados Unidos estudiando los modelos de simulación atmosférica en los que se basan las predicciones del tiempo y/o del clima ante, por ejemplo, determinados escenarios de contaminación. Se volvió a España con uno de esos modelos, pero no lo podía utilizar sencillamente porque los ordenadores disponibles en nuestro país no daban la capacidad necesaria. Ese fue el punto de partida, hace más de 30 años, de Manuel de Castro, físico de la atmósfera, doctor en Física por la Universidad Complutense, director del Instituto de Ciencias Ambientales de Castilla-La Mancha y uno de los expertos del mundo en simulación del clima; es decir, en predecir los efectos del cambio climático en el que estamos inmersos y que va a traer gravísimas consecuencias, según su pronóstico.

Entre otras comunidades científicas nacionales e internacionales, ha formado parte del panel de expertos en cambio climático de la ONU. No solo es uno de los pioneros de España en este área, también está entre los precursores europeos de la simulación climática.

«Habrá eventos climáticos cada vez más extremos y frecuentes»

«La ciencia es la que ha desvelado el cambio climático», dijo Manuel de Castro al recoger el premio. Por su larga preocupación y ocupación en estos temas, su tarea científica, sus aportaciones y su legado de investigación y conocimiento para CLM, encastillalmancha.es otorgó a Manuel de Castro el premio Corazón Verde de los Excelentes 2019, un galardón que contó con la colaboración de Luz de Tajo y que entregó Fernando Romero, jefe de Servicios Generales del centro comercial; junto a Carlos Hernández, de Márketing y Eventos de ENCLM.

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Sus palabras al recoger su premio fueron un alegato por la ciencia: «Lo recibo agradecido, honrado y sorprendido, porque es poco frecuente que un medio de comunicación dé un premio a la investigación, aunque yo creo que es más al tema del cambio climático que a mi persona. Lo recojo en nombre de los cientos y miles de colegas científicos que se dedican a estudiar este importante aspecto ambiental que tenemos por delante. La ciencia es la que ha desvelado el cambio climático que estamos provocando. Afortunadamente la mayoría de gobernantes mundiales se han hecho eco de esta advertencia de la ciencia y, liderados por la Unión Europea, se está llegando a cuerdos, a pesar de algunos personajes atrevidos y con algún peinado atrabiliario que, en fin, son juguetes de los intereses económicos. Confíen en la ciencia».

Desde luego se declara «muy preocupado» por la situación medioambiental actual, las consecuencias sobre el clima y sus efectos, que predice graves y costosos para las personas que habitan este planeta. «Las sociedades humanas se adaptan y eso va a requerir sacrificios muy grandes y que se produzcan perturbaciones«, explicó a este periódico cuando quisimos profundizar en su historia.

Pero hay que estar prevenido, porque habrá efectos sobre todos y sobre todo. «Tendremos impacto en la ecología, la agricultura, la salud, con eventos climáticos más extremos y cada vez más frecuentes: el clima será cada vez más seco y más cálido».

«La mejor decisión fue hacer nuestro propio modelo de simulación del clima»

Tiene claro que el cambio climático y, sobre todo adaptarse a él para poder sobrevivir a sus efectos «va a tener un coste económico grande y, si no se pone remedio y pronto, el coste económico subirá muy notablemente». dicho de otra manera, por muy elevado que sea el gasto necesario de tomar medidas como incrementar las energías renovables o reducir las emisiones de gas con efecto invernadero, mucho más caro será no tomarlas. «Ese coste va a ser bastante menor hoy que el del impacto del cambio climático», que tendremos encima en «20 o 30 años», explica. También prevé que «nos adaptaremos los países más ricos, a base de gasto que los más pobres».

[ze_summary text=»Me traje un modelo de Estados Unidos y no lo podía aplicar en España porque no había ordenadores suficientemente potentes»]Me traje un modelo de Estados Unidos y no lo podía aplicar en España porque no había ordenadores suficientemente potentes[/ze_summary]Para Manuel de Castro todo comenzó en cuando decidió estudiar Física -especialidad de Física de la atmósfera y Geofísica– en la Universidad Complutense de Madrid, donde se doctoró en 1981 y se incorporó como profesor al departamento de Física de la Atmósfera. A mediados de esa década se fue becado a la Universidad de California en Estados Unidos, «y allí descubrí que lo que me gustaba era otra cosa: los modelos de simulación atmosférica, que se aplican a las predicciones del tiempo o simulaciones de clima. Los modelos resuelven ecuaciones por medio de ordenadores muy potentes y cuando volví en España no los había, así que me encontré con que me había traído un modelo hecho en Estados Unidos y no lo podía ejecutar aquí por falta ordenadores adecuados…».

Y, entonces, ¿qué pasó?

«Decidí, y creo que fue la mejor decisión que tomé, hacer nuestro propio modelo y el programa de ordenador. Costó 4 o 5 años, trabajamos con estudiantes doctorado y conseguimos que estuviera listo en 1992-93m cuando publicamos nuestro primer logro después haber hecho simulaciones de una gota fría, un sistema de tormentas muy violento en el 87…».

Al principio los grupos de expertos europeos «trabajábamos casi en familia»

Un profesor nos «animó a dedicarnos a la simulación de clima en el sentido de su evolución, ya se hablaba de cambio climático, en vez de seguir con la predicción meteorológica. Empezamos a colaborar con Alemania y nos metimos en el primer modelo europeo para escala Europa, en el año 94 -95 y empezamos a colaborar con otros centros climáticos y universidades de Europa». Al principio los grupos de expertos europeos «trabajábamos casi en familia», recuerda.

Fue la hoy ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, quien en torno a 2009, desde la Oficina de Cambio Climático, convenció a nuestro «Excelente» para que presentara su candidatura, finalmente elegida, para el panel de Ciencia dentro del asesores en cambio climático en la ONU, en el que trabajan algo más de 200 científicos de todo el mundo, entre ellos 3 españoles, uno de ellos Manuel de Castro.

Entre otros, su equipo ha simulado climas para la Península Ibérica que se han tomado como una referencia para todos los estudiosos. Temperatura del mar, corrientes oceánicas, atmosféricas, qué pasará según el volumen de emisiones de gases invernaderos… Son su día, sus alertas permanentes para una sociedad que no acaba de despertar pero que si se sale de esta se deberá en gran media al trabajo de gente como Manolo de Castro, al que tenemos en Castilla-La Mancha porque la UCLM decidió en 2011 fichar a todo el equipo para incorporarse a la Facultad de Ciencias Ambientales y nos “ficharon” con todo el equipo.

«Sería bueno tener un Servicio Meteorológico de Castilla-La Mancha»

«Propuse la creación Instituto Meteorológico Regional y empezamos a ponerlo en marcha pero lo paró la crisis. Me gustaría que existiera y se retomara el proyecto, porque un Servicio Meteorológico de Castilla-La Mancha sería bueno para la comunidad, trabajaría comprendiendo las peculiaridades de la región».

Cree que los acuerdos de París se están cumpliendo, salvo en el caso de los Estados Unidos desde la llegada de Donald Trump, opina que «China está haciendo cosas, otra cosa es que la meta es más suave que la que se ha puesto Europa, que está a la cabeza en todo el mundo. España está ahora en definición, tengo bastante esperanza en Teresa Ribera».

Y teniendo en cuenta que habrá menos agua, más calor y más sequía, De Castro tiene claro que un trasvase desde la cabecera, como el que soporta Castilla-La Mancha sobre el Tajo «es un poco peculiar… En fin… Se suelen hacer donde los ríos presentan un caudal suficientemente grande».