Situada a 50 kilómetros de Madrid está la localidad guadalajareña de Alovera, que cuenta con 12.000 habitantes y desde hoy con un macroproyecto para construir la mayor playa artificial del antiguo continente, la «Alovera Beach» que plantea la constructora Rayet.
Según ha detallado el presidente de Rayet y que además es accionista de referencia en la inmobiliaria Quabit, que se encargará de construir viviendas en la zona, Félix Abánades, la playa tendrá 25.000 metros cuadrados de lago, que estarán rodeados de 15.000 metros cuadrados de arena, con su correspondientes zonas de aparcamiento y restauración.
La playa será la clave sobre la que se asentarán el resto de notas para lo que aspira a ser un complejo turístico a poco más de media hora de Madrid, ya que a su alrededor habrá un desarrollo urbanístico con unas 4.000 viviendas «vinculadas», tal y cono indica Abánades, al proyecto.
Para realizar la laguna se contará con una empresa especializada en construir lagos artificiales, la empresa chilena con capital de Estados Unidos, Crystal Lagoons.
Viviendas en terrenos de Rayet y La «Alovera Beach», en una parcela municipal
De los terrenos en los que se plantean construir las 4.000 viviendas, un 30 por 100 de son de Rayet. Esos terrenos los cederá a Quabit, la cual se encargará de levantar los bloques de viviendas. Con esta operación, Rayet, que ya posee el 20 por 100 de Quabit, pretende hacerse con el 29,5 por 100 de sus acciones.
La «Alovera Beach» se va a realizar en una parcela de más de 105.000 metros que es propiedad del Ayuntamiento de la localidad guadalajereña. En ella, además del gran lago, se pretenden edificar un parque acuático, una zona deportiva, una escuela de vela, así como los distintos establecimiento de restauración. Está previsto que los dueños del complejo paguen un canon anual al Consistorios.
130 trabajos directos y más de 200.000 visitantes al año
La macroconstrucción pretende general 130 puestos de trabajo directos, más los asociados a la realización de las obras. Estará muy cerca de la autovía A-2 y Rayet se encargará de acondicionar los 150 metros de calle que habrá hasta el complejo. Cuando esté en marcha, se cobrará a los visitantes una entrada de unos 10 euros. Las estimaciones de llegada de visitantes no es pequeña, y es que su cercanía a Madrid, con solo 40 minutos del centro, le hará recibir entre 200.000 y 400.000 turistas cada año.