La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) de Toledo vuelve a denunciar el «trato discriminatorio» hacia los agentes de menor rango que se visibiliza en el «estado lamentable» de muchos de los pisos asignados a los agentes de bajo rango, algo que contrasta con el «despilfarro» de dinero invertido en reformas y mejoras a las casas de los altos mandos.

En una nota de prensa, el colectivo denuncia la situación de las viviendas en muchas casas-cuartel de la provincia, que son asignadas a los guardias civiles cuando son destinados a una localidad, que presentan «un estado lamentable, con goteras, sucediad, nidos de aves e instalaciones eléctricas obsoletas», según definen. Así, explican que se trata de un «auténtico ataque a la dignidad» de los agentes.

El Gobierno, según la AUGC, no ha facilitado datos de la inversión en pabellones que estén desglosados por categorías, y alegan que «no existe control sobre ello», algo que permitiría comprobar «en qué pabellones invierte el dinero la Guardia Civil» y en qué otros no lo hace, por lo que las reformas tienen que ser asumidas por los propios agentes, «para garantizar unas mínimas condiciones de habitabilidad de las viviendas».

Casas de 130 metros para altos cargos, de 50 para bajos rangos

En toda España, existen 27.942 pisos destinados a guardias civiles dentro de la escala de Cabos y Guardias, explica el colectivo, para un total de 65.641 agentes, por lo que estiman que se trata de un 60 por 100 de agentes los que carecen de pabellón y que «apenas pueden costearse el alquiler de una vivienda».

Así, en casas-cuartel como las de Toledo, existen pisos para los altos cargos de mando de unas dimensiones próximas a los 130 metros cuadrados, que incluyen cuatro habitaciones, dos baños, una «amplia» cocina, así como despensa y una bolsa de reformas que se realizan cada vez que cambian de inquilinos. Por otro lado, los pabellones destinados a suboficiales y agentes disponen de 54 metros cuadrados, cuentan con tres habitaciones, una cocina y baño.