El consejero de Agricultura y Medio Ambiente, Francisco Martínez Arroyo, ha destacado hoy la voluntad del Gobierno regional de situar a Castilla-La Mancha «en primera línea en cuanto a la defensa de los animales», para lo que retomará el borrador de la Ley de Protección de Animales de 2011.
Encuentro entre el consejero y la Federación Española de Bienestar Animal.
«Somos una sociedad avanzada y para el Gobierno regional sería un orgullo que Castilla-La Mancha se significase por ser un ejemplo en la búsqueda del bienestar animal», ha declarado el titular de Agricultura a los periodistas, en un receso de la reunión que ha mantenido este mediodía en Toledo con el presidente de la Federación Española de Bienestar Animal (FEBA), Manuel Cases.
Martínez Arroyo ha mostrado su «satisfacción» porque «se vuelva a hablar de estos temas, tras cuatro años en los que no se ha trabajado nada en esta materia», ha dicho en alusión al mandato del anterior Gobierno del PP.
En este contexto ha explicado que su departamento va a retomar el segundo borrador de la Ley de Protección de Animales de 2011, que «ya ponía a Castilla-La Mancha en primera línea en cuanto a la defensa de los animales, para profundizar en él y actualizar las sanciones».
También ha subrayado que esto se hará de modo que se pueda garantizar el bienestar animal y también las actividades económicas en las que participan los animales.
En este punto ha subrayado que la caza es «muy importante en Castilla-La Mancha» y que, «por circunstancias», en ocasiones se habla mal del colectivo de los cazadores en conjunto, cuando «la mayoría de ellos son respetuosos con los animales y son los que más se preocupan por su defensa».
Con todo, el consejero ha resaltado que «lo que no podemos tolerar es el ahorcamiento de galgos o la patada a un gato», porque la sociedad de hoy es más sensible, «somos mejores y tenemos que demostrarlo», ha aseverado.
Por su parte, Cases ha destacado la «respuesta positiva» que la FEBA ha tenido siempre en Castilla-La Mancha, donde viene trabajando desde hace siete u ocho años y donde recogió más de 30.000 firmas para que se modificar la antigua Ley regional de Protección de Animales de 1990.
«La razón de ser de la FEBA es mantener un contacto permanente con las distintas autonomías para ver cómo están sus legislaciones en materia de defensa de los derechos de los animales y mejorarlas», ha subrayado Cases, quien ha lamentado que «en la ley antigua se contemplase una multa de 50 pesetas por un maltrato animal».
Dicho esto, ha expresado su confianza en que la ley en la que va a trabajar el Gobierno regional en los próximos meses se convierta en un referente «para enseñar y mostrar al resto de España».
«Estamos en el siglo XXI, está cambiando todo mucho y lo que suplicamos es que la ley de Castilla-La Mancha sirva de modelo para presentarla al resto de España«, ha aseverado.
Preguntado por los aspectos que más preocupan a la FEBA ha destacado el maltrato que reciben los animales en algunos festejos populares y se ha referido concretamente al «toro de Tordesillas», fiesta que ha calificado como «un vergonzoso espectáculo, que por ello se ha convertido en un tema nacional», ha lamentado.