Son Iván Ferrero, Pedro Jarque y Ricardo Manzanilla. Tres toledanos a su manera, claro. Porque Iván es de Palencia aunque ya lleva varios años trabajando en la capital regional. Igual que Pedro, aunque este es peruano. Y Ricardo es el caso contrario, porque si bien es natural de Las Ventas con Peña Aguilera, donde vive parte de su familia, él reside en León desde hace 23 años. Por cierto, que los tres son amantes de la fotografía, así, sin más…
¿Y qué tienen en común?
Pues que han recibido medallas de oro (dos Iván y una tanto Pedro como Ricardo) en el «Súper Circuito de Trierenberg» (o Trierenberg Super Circuit), el concurso de arte fotográfico más grande del mundo o, lo que es lo mismo, los considerados «Oscar» de la fotografía. Ahí es nada… Galardones que se entregarán el próximo 15 de octubre en Austria.
Comencemos por Iván Ferrero…
Este policía nacional es un clásico ya en estas páginas («Todo por conseguir la foto perfecta… Sin apenas comer ni dormir por el ansia de un click») y en esta ocasión ha conseguido dos medallas de oro en las categorías de Noche, con una imagen que captó en Tenerife, con el Teide al fondo; y otra en la categoría de Caminos y Carreteras, con una panorámica nocturna en el Val di Funes, en los Dolomitas italianos.
Una afición a la fotografía que surgió “a raíz de un par de viajes a Londres y a Portugal. En ambos me pude explayar e hice fotos, me enganchó y a partir de entonces empecé a devorar libros, a hacer cursos, profundicé y mejoré el equipo para llevar las fotos a otro nivel, porque hasta entonces lo que hacía era apuntar y disparar (insistimos, la cámara)”, recalca Iván Ferrero.
Porque para conseguir tal perfección hay que hacer una planificación estricta, “buscar el día, el momento, esperar una hora determinada…”. De hecho, con alguna foto de Toledo, en concreto un “atardecer soñado”, tuvo que ir nada más y nada menos que “hasta 30 veces a un mismo sitio» con la idea de buscar un cielo concreto.
Sigamos con Pedro Jarque…
La vida de Pedro Jarque, digamos que… Ha sido realmente intensa. Estudió Filosofía en la Sorbona, en París, aunque lleva 10 años en Toledo. Peruano, su esposa es mexicana y sus abuelos eran españoles. Hasta que la vida le llevó a la capital regional, como ha señalado a encastillalamancha.es. La fotografía es un hobby y solo capta imágenes de animales en cualquier contexto, ya sean en estado salvaje o no, como la de los flamencos que ha sido merecedora de un premio y que les mostramos en este reportaje. «Luz y pasión» se llama. Una medalla de oro que se suma a la que consiguió en 2017. Todo un espectáculo…
Una imagen que realizó en el zoo de Madrid. Es obvio que a los animales no los puede meter en un estudio para fotografiarlos, por lo que luego hace su trabajo para jugar con la luz, los perfiles… ¿Qué podemos decir de un «aficionado» a la imagen que suma nada más y nada menos que 82 premios y reconocimientos… Y no de cualquiera?
Pues sí, acumula un largo historial de éxitos con sus fotografías de animales y recientemente ganó un premio en los Sony Awards, en Londres.
… Y finalicemos con Ricardo Manzanilla (o Richard Le Manz)
Ricardo Manzanilla Ramos, o Richard Le Manz como nombre artístico, se define como un enamorado de la naturaleza «y busco paisajes que sean brutales», como ha explicado a encastillalamancha.es. Con mayúsculas. Tiene 45 años y los últimos 23 los ha pasado en León, aunque es natural de Las Ventas con Peña Aguilera, en la provincia de Toledo, donde aún vive parte de su familia.
La foto que ha conseguido una medalla de oro la hizo en Namibia, en concreto en el desierto del Namib, y la denominó «Valle seco», una imagen que sobrecoge «porque los árboles se disecaron muy rápido y quedaron petrificados». Hizo varias fotos verticales y con ellas compuso una panorámica en la que captó la inmensidad.
Richard ha viajado a unos 30 países, «siempre buscando la naturaleza más exhuberante». Y fueron precisamente los viajes los que le llevaron a la fotografía. En 2003 se compró su primera cámara réflex y no fue hasta 2015 cuando «adquirí una cámara de formato completo que es semiprofesional. Y fue en este año cuando comencé más en serio con las fotos».
Ingeniero eléctrico, inició un aprendizaje continuo, es autodidacta en su mayor parte y se considera «un artista visual» que trata de divulgar «el conocimiento de nuestro planeta, sensibilizar y concienciar de la fragilidad del medio ambiente, divulgar la necesidad de conservación, protección, preservación de la naturaleza y la biodiversidad…».
Los tres ponen el ojo y la cámara asiente…
Y sus fotografías son de oro, sí…