Cientos de personas salieron ayer a la calle en Castilla-La Mancha para mostrar su rechazo por la sentencia de la Audiencia de Navarra que condena a nueve años de cárcel a los miembros de la Manada por los hechos ocurridos en los Sanfermines de 2016, que han sido tipificados como abusos sexuales y no violación.
En la concentración que se ha celebrado esta tarde en Guadalajara y a la que han acudido cientos de personas, la directora del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, Araceli Martínez, ha calificado de «incomprensible» la sentencia y ha mostrado su repulsa e indignación.
«Resulta incomprensible que la carga de la prueba recaiga sobre la víctima y no sobre los agresores, sobre los violadores. No se puede aducir que no hubo intimidación cuando cinco hombres acorralan, penetran y maltratan a una mujer», ha afirmado.
[ze_gallery_info id=»239917″ ]A juicio de Martínez, con esta sentencia se lanza «un mensaje muy peligroso a la sociedad: las mujeres nos sentimos desprotegidas y los agresores se pueden sentir impunes porque la pena impuesta no se corresponde con la gravedad de los hechos».
«Además, es una sentencia regresiva porque pone en tela de juicio la tutela judicial efectiva que se debe asumir desde los poderes públicos, en este caso por parte del tribunal», ha agregado.
Ha añadido que «no protege y no hace efectivo el derecho a la igualdad y revictimiza a la víctima y exculpa en buena medida a los agresores porque calificar este delito de abuso es quitar levedad a lo que verdaderamente se produjo y que está constatado en la narración de los hechos de la sentencia».
Vídeo de Inés Sandoval.
Martínez ha expresado que el machismo está en todos los niveles de la sociedad y, aunque no significa que todo el sistema judicial sea machista, «en el poder judicial como en el resto de la sociedad los resquicios del machismo también perviven y es una obligación moral de todas nosotras identificar esos resquicios y anularlos».
Además, ha añadido que con esta sentencia «otra de las cosas que se está trasmitiendo es que las mujeres violadas tienen que estar prácticamente muertas para que puedan justificar que la violación se ha producido, justamente en sentido contrario de lo que se recomienda desde las actividades de la intervención social incluso del sentido común que es, ante el miedo, no ejercer violencia para no poner en peligro tu vida».
La directora del Instituto de la Mujer ha lamentado que a esta situación de indefensión y protección para salvar tu vida «algunos machistas la interpreten como que estés disfrutando».
Preguntada por el voto independiente del magistrado que abogaba por la absolución, Martínez ha afirmado: «No me brotan las palabras adecuadas para calificar lo que me merece ese voto particular, pero cuando menos es una frivolidad, una falta de sensibilidad y por supuesto un ejercicio de inmenso machismo», ha denunciado.
En esta concentración, los manifestantes han coreado consignas como «No es abuso, es violación», «Nos tocan a una, tocan a todas», «No estás sola» o «La calle y la noche también son nuestras».
En Toledo, también varios centenares de personas se han concentrado en la Plaza de Zocodover para mostrar su repulsa a la sentencia, con consignas como «Se va a acabar la justicia patriarcal» y «Yo sí te creo», mientras portaban una pancarta en la que se podía leer «Si nosotras paramos, se para el mundo».
Además, en Ciudad Real más de 300 personas se han concentrado para poner de manifiesto que la sentencia de la Audiencia de Navarra a los cinco miembros de la Manada que supone un «duro golpe» para las mujeres, tal y como han afirmado a Efe algunas de las asistentes, que ha lamentado que las víctimas, a raíz de este fallo, se cuestionarán si merece la pena o no denunciar, ante la indefensión en la que ha quedado la víctima.