El concejal de Bienestar Social en el Ayuntamiento de Toledo, Javier Mateo, nos lleva en esta guía hasta los entornos naturales alrededor de la ciudad de Toledo y resalta la «obligación» que tienen las administraciones para «cuidarlos». En concreto, Mateo nos enseña «el límite del Polígono urbanizado y el Polígono sin urbanizar, porque me apetecía compartir con los lectores que, amen de los espacios naturales al uso, tenemos otras cosas».
Estos lugares, que a priori no son los primeros que se vienen a la cabeza cuando uno piensa en espacios naturales, son «una parte crucial para que la ciudad respire y tenga un pulmón«, asegura.
Esta zona del arroyo Ramabujas es «un paraje simbólico, al fondo tenemos los vertidos de amianto que se produjeron hace años y que algunos llevamos años peleando para que la Junta los retire de una vez«.
Recuerda que en otro tiempo «todo valía para echar el amianto ahí» y ahora esos vertidos están a «200 o 300 metros de las viviendas», indica el concejal. Además, rememora en este sitio sentimientos de «lucha y de esperanza de pronta solución».
«Esto también es ciudad, esta plantación de olivos también es ciudad, los caminos que nos rodean también son ciudad y el arroyo Ramabujas que está aquí muy cerquita del Polígono también es ciudad, por lo tanto tenemos que entenderlo y cuidarlo», resalta Mateo.
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«Recuerdo cuando nadie hacía mucho caso a esto del amianto y Ecologistas en Acción, Izquierda Unida y la asociación de vecinos nos pateábamos esta zona, tratando de llamar la atención sobre unos restos que se iban desmenuzando y que al final suponen un riesgo para la salud como ya ha quedado demostrado», explica, mientras que muestra su alegría porque lo que en otro tiempo era cosa de «muy poquitos» a día de hoy «afortunadamente, ya hay más conciencia de ello y la propia ciudadanía del Polígono se da cuenta del peligro que hay aquí«, concluye.