El Museo del Greco, en Toledo, no ha podido abrir hoy sus puertas debido al «motín» de los trabajadores y trabajadoras, tal y como ha explicado CC.OO. en una nota de prensa. O, lo que es lo mismo, «por incomparecencia del personal». Por lo que El Greco «está cerrado porque carece de personal para atender al público».
De carácter estatal, parte de sus trabajadores han de atender el Museo del Greco o el Museo Sefardí (a escasos metros), pero «prácticamente toda la plantilla toledana dependiente de Museos Estatales está adscrita al Museo Sefardí, en cuya Relación de Puestos de Trabajo (RPT) figuran, además de la media docena de personas del staff técnico y administrativo, todos los vigilantes de sala (unos 45), las tres taquilleras, los dos jefes de planta y los tres porteros mayores». Mientras que el Museo del Greco «solo cuenta como personal propio con el director, un conservador, un restaurador, un técnico de difusión, un auxiliar administrativo y un jardinero». Lo que provoca, según Carmela Jiménez, de CC.OO., y Nieves Cañas, de CSIF, «que los vigilantes, jefes de sala, porteros mayores y taquilleras no sepan nunca dónde tienen que ir a trabajar».
«CC.OO., CSIF y UGT firmaron un acuerdo la semana pasada con el secretario de Estado»
Por su parte, fuentes del Ministerio de Cultura han señalado a este periódico que no entienden cómo los trabajadores no han acudido a su puesto de trabajo «sin aviso previo al Ministerio, pero lo que más nos llama la atención es que la semana pasada tanto CC.OO. como CSIF y UGT firmaron un acuerdo con el secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo, por el que el Ministerio se comprometió a mejorar el número de plazas y las condiciones económicas a los vigilantes de sala y de atención al público de los 16 museos estatales. De hecho, se convocarán 40 plazas de vigilantes de sala en los Museos Estatales».
Y recalcan que en el acuerdo también se decidió que antes del 1 de junio «se pondrá en marcha un grupo de trabajo conjunto entre el Ministerio y los representantes sindicales que tendrá como objetivo consensuar un documento, antes de que finalice el año, en el que se establezca la mejora del servicio de vigilancia de salas y atención al público y las condiciones de trabajo de dicho personal».
«Hay que cerrar una sala para abrir otra, no se cumplen los mínimos de vigilantes…»
Tanto Jiménez (CC.OO.) como Cañas (CSIF) señalan que «aunque todos estamos en la RPT del Sefardí, tenemos que atender también a El Greco. Tenemos dos directores, uno en cada museo, y cada uno tiene sus propias necesidades; a veces tenemos que cambiar de museo varias veces al día; el único portero mayor del turno de mañana no sabe cuál tiene que abrir antes o después, no sabe dónde tiene que estar en cada momento de su jornada; lo mismo que le pasa a la única taquillera del turno de tarde».
E inciden en el tema de los vigilantes, «cada dos por tres, constantemente, en uno u otro museo no se cumplen los mínimos de vigilantes que tiene que haber en cada sala; para abrirlas hay que esperar a que llegue un compañero o una compañera desde el otro museo; y entonces hay que cerrar una sala allí; y tampoco tenemos la uniformidad correspondiente». Dicen que «llevamos así ocho años peleando, le hemos trasladado el malestar al subdelegado del Gobierno en Toledo, Fernando Sanz, el comité de empresa fue a hablar con él y ni caso».
Pero desde el Ministerio insisten en que no entienden «el por qué de esta decisión unilateral y sin previo aviso. Figurar en una RPT y no en otra… Los dos están gestionados por la Subdirección de Museos y no supone una merma ni en los derechos ni en las retribuciones».
«A partir de ahora vamos a ir todos al Sefardí y ninguno al Museo del Greco»
Cañas y Jiménez dicen estar hartos de la situación «y hemos decidido actuar. La Subdirección de Personal de Museos Estatales tiene que resolver este caos de una vez. Como todos pertenecemos a la RPT del Sefardí, hemos decidido que a partir de hoy vamos a ir todos al Sefardí y ninguno al Greco».
Y desde el Ministerio señalan que avisarán a los trabajadores «porque abandonar el puesto de trabajo podría suponer medidas disciplinarias, aunque confiamos en que mañana jueves se imponga el sentido común y vayan a trabajar».
¿Qué sucederá?