La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Albacete iniciará, el próximo 2 de octubre, el juicio con jurado contra el acusado de un presunto delito de homicidio, otro de atentado y otro de lesiones, por los que el Ministerio Fiscal le pide una pena de 21 años y medio de cárcel e indemnizaciones que superan los 150.000 euros.
El día 2 se procederá, a puerta cerrada, a la formación del jurado y, a continuación, arrancará la vista, con la declaración del acusado, si bien la previsión es que el juicio se prolongue hasta el día 9.
Presuntamente mató a la hija de una amiga de su mujer
En el escrito de acusación de la Fiscalía, al que ha tenido acceso Europa Press, se recoge que los hechos ocurrieron el 18 de mayo de 2017 en el municipio de Caudete.
El acusado, que vivía con su pareja sentimental, discutió con ella y la agredió. Entonces, llegó al domicilio de la pareja E.B.P., que era la madre de la víctima de este proceso y amiga de la pareja del acusado.
Al ver a su amiga muy nerviosa tras haber sido agredida, y puesto que no era la primera vez que era agredida por el acusado, E.B.P. recriminó su actitud al agresor y le dijo a la mujer que fueran a denunciar los hechos a la Guardia Civil, lo que enfureció al acusado.
Un rato más tarde, llegó al domicilio el hermano de la pareja del acusado, que también recriminó a éste la agresión y el trato hacia la agredida. Hecho que todavía enfureció más al acusado, que cogió un puñal y decidió buscar a E.B.P. para acabar con su vida.
Con esa intención fue el acusado en varias ocasiones al domicilio de E.B.P., sin éxito, ya que ésta se refugió en casa de una amiga y, como sabía que era buscado por la Guardia Civil porque su pareja finalmente denunció los hechos, «decidió vengarse de E.B.P. en la persona de su hija, A.M.L.B.», señala el escrito.
Ésta trabajaba en el bar del Hogar del Jubilado de Caudete y el acusado se dirigió a él, encontrándola en su interior. Empezó a perseguirla, hasta que le dio alcance y, a pesar de que en ese momento llegaron dos agentes de la Guardia Civil y trataron de impedir el ataque con «defensas eléctricas», el acusado dio dos puñaladas a la mujer, causándole la muerte.
Los agentes le pidieron que tirara el puñal pero el acusado trató de defenderse con el mismo, y con una silla que lanzó a los agentes, alcanzando en la pierna a uno de ellos y provocándole una herida.
El informe forense puso de manifiesto que la víctima falleció porque el arma blanca usada atravesó el miocardio, lo que le provocó la muerte casi inmediata.
La fallecida tenía tres hijos mayores de edad, para los que la Fiscalía reclama una indemnización de 40.000 euros para dos de ellos y 30.000 para el otro, y otros 40.000 euros para la madre.