Estos hechos, denunciados por los padres de los niños en marzo de 2016, aunque habían ocurrido a partir del verano de 2015, serán juzgados el próximo día 22 en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial albaceteña, según el escrito de acusación al que ha tenido acceso Efe.
La acusación pública dice que los padres de los niños conocieron al acusado en 2012, «porque vivía muy cerca de ellos, en su misma calle», y, poco a poco «surgió una relación de confianza que se transmutó en amistad».
Un tío de los niños que no tenía trabajo y era conocido del acusado cuidaba de los dos menores y de un tercero nacido en 2012, hasta que, a partir de octubre de 2014, el acusado «empezó a tener interés en pasar tiempo» con el tío de los niños y con ellos y «empezó a ganarse la confianza de la familia haciendo regalos a los niños o grabándoles películas», según el escrito de acusación.
De este modo, el procesado fue conquistando «la afectividad de los niños» e intentaba enfrentar a los padres con el tío de los menores para «organizar y protagonizar la atención de los niños».
Los padres percibieron «un extraño cambio» en el comportamiento de su hijo y, por ello, el 4 de marzo de 2016 hablaron con el orientador de su colegio, al día siguiente hablaron con la hija y, al día siguiente, acudieron a la Comisaría a denunciar los hechos.
Según el ministerio público, el acusado, «a partir del verano de 2015», realizó «diversas conductas carnales» con los dos niños mayores, que consistía en «tocamientos, frotaduras, masturbaciones o besos en los órganos genitales» y otras zonas erógenas.
La acusación califica los hechos como un delito continuado de abusos sexuales a menor de 16 años, un delito simple de abuso sexual a menor, un delito simple de explotación sexual de menores por posesión de pornografía infantil, dos delitos continuados de explotación sexual de menores y un delito continuado de exhibicionismo sexual.
Además de los 30 años y medio de cárcel, el fiscal pide varias condenas de libertad vigilada, una vez cumpla la plena privativa de libertad, y la indemnización de 9.000 y 6.000 euros para los dos menores, por los daños y perjuicios provocados.