La Fiscalía entiende que no existen indicios de que se produjera un delito medioambiental a raíz de la aparición de espumas en el río Tajo a su paso por Toledo el sábado 15 de octubre de 2016. Unas espumas que escandalizaron a todo el mundo y que puso en entredicho, una vez más, el pésimo estado en el que se encuentra el río debido, principalmente, a los continuos vertidos que fluyen desde el Jarama, en Madrid.

El archivo de las diligencias ha sido comunicado hoy al Ayuntamiento de Toledo, que fue quien a través del Consejo del Pacto de la Ciudad de Toledo por el Tajo puso en conocimiento de la Fiscalía la situación que vivió ese día el río, que se repite sin cesar una semana sí y otra también.

No hay base suficiente para un delito medioambiental

El fiscal jefe de Toledo, Luis Ibáñez, señala en su escrito, al que ha tenido acceso encastillalamancha.es, que los hechos valorados «no cubren las exigencias típicas establecidas en el artículo 325 del Código Penal. Así, sin necesidad siquiera de analizar la realidad de los vertidos, que dicho sea de paso se imputan fundamentalmente a elementos climatológicos, ni tampoco entrando en el estudio de la contravención normativa por parte de los responsables de colectores y estaciones depuradoras, es lo cierto que no se produce el elemento de riesgo necesario para construir, ni indiciariamente, el tipo penal».

Y añade: «Independientemente que las analíticas efectuadas por la CHT (Confederación Hidrográfica del Tajo) puedan dar lugar a sanciones administrativas no son base suficiente para colmar ni siquiera en fase preprocesal las exigencias del delito medioambiental. Así se desprende, además, de las pericias remitidas a esta Fiscalía».

Una decisión que el Gobierno municipal «respeta, pero mantendremos la lucha en todos los frentes en la defensa del Tajo».

El Gobierno municipal de Toledo recurrió a la Fiscalía después del acuerdo adoptado por todas las entidades, colectivos, grupos políticos e instituciones con representación en el Consejo de Pacto de la Ciudad de Toledo por el Tajo.

Pacto que pondrá en marcha charlas, certámenes, conferencias, comunicaciones periódicas sobre la calidad de las aguas y otras acciones dirigidas a promover la participación de los ciudadanos y a fomentar su implicación en la defensa del río.

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