El grupo ecologista WWF ha descartado hoy que el «gran felino» -así también ha sido etiquetado en las redes sociales- que dicen haber avistado vecinos de la Sierra Norte de Guadalajara sea una patera o un leopardo, y se inclina más por atribuir el hecho a la «imaginación».

El responsable de especies amenazadas del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), Luis Suárez, ha asegurado a Efe que algunas informaciones publicadas en internet hablan de pantera o leopardo, pero «biológicamente es improbable que se trate de un felino de gran tamaño en esa zona, aunque el efecto óptico de las imágenes lleve a pensar que pueda serlo». En muchas ocasiones y áreas «las fotos pueden dar lugar a error», ha explicado, y ha añadido que estas fotos «no parece que tengan verosimilitud porque no puede haber este tipo de especies en Guadalajara».

Suárez sostiene que podría tratarse de algún animal que se haya escapado de un zoológico, pero «entonces habrían saltado las alarmas». Cabe la posibilidad que se trate de «una mascota de un zoológico, ya que tampoco son animales que una familia pueda tener en cautividad». «Más bien entiendo que pueda ser algo de imaginación porque la foto nos haga pensar en ello, pero no hay unas pruebas contrastadas», ha explicado el responsable de WWF.

¿Qué hace un felino como ese en un lugar como este?

El felino más grande que existe en la península ibérica es el lince ibérico, según el experto de WWF, «pero es un animal bastante más pequeño, con cola corta, orejas acabadas en punta y estructura muy diferente, por lo tanto muy difícil de confundir». Otra especie existente en la península «es el gato montés, pero se trata de un gato, por lo que estamos hablando de otra clase de felino».

Guadalajara no es un área de presencia estable ahora mismo de lince ibérico, ha manifestado Suárez, aunque es verdad que «hemos tenido ejemplares que han recorrido muchísimos kilómetros, otros que han pasado por la zona y han acabado en Portugal, pero son casos raros y aislados, y este sería un caso muy extraño, no habitual».

«Por las imágenes parece que ha habido reiteración en los avistamientos, y eso también parece un poco extraño», ha reiterado, porque ha habido dos linces ibéricos que han hecho largos recorridos, pero fueron ejemplares liberados por el programa Life+ Iberlince.

Fueron dos linces hermanos liberados en los Montes de Toledo y uno atravesó buena parte de Madrid, Guadalajara, Castilla y León, toda la meseta norte en dirección oeste hasta llegar a Galicia y acabó muriendo cerca de Oporto, en Portugal. El hermano de ese lince «viajó» hacia el sur y terminó también en Portugal donde murió, ha añadido Suárez. Hay ejemplares que deciden iniciar movimientos de exploración -sobre todo cuando son jóvenes- y pueden aparecer en zonas no habituales, «pero no se alejan tantísimo».

Además, es raro que el felino de los avistamientos esté asentado en una determinada zona y no se le detecte por otros métodos, porque «a pesar de que se esconden son animales que no tienen enemigos naturales y llega un momento que se les acaba viendo por cámaras trampa, huellas, excrementos y demás», ha añadido Suárez.