Una cascada espectacular, un entorno insuperable y el agua como protagonista. El Nacimiento del río Cuervo, en la provincia de Cuenca, es una parada obligatoria para todos los amantes de la naturaleza. Enclavado en Vega del Codorno, a 78 kilómetros de la capital de provincia, el origen de este río afluente del Guadiela y posteriormente del Tajo es uno de los más bellos por esa cascada brutal que se extiende varios metros de anchura y de altura y donde las plantas «trepan» por el agua para dejar una estampa icónica de la Serranía de Cuenca.
El río Cuervo brota de la roca a 1.470 metros de altitud en la Muela de San Felipe. Está declarado como Monumento Natural y este enclave es uno de los lugares que más turistas atrae de toda la provincia de Cuenca, con especial incidencia en los fines de semana, cuando los autobuses y los vehículos particulares desfilan por la serpenteante carretera, pero con un muy buen firme y anchura, hasta llegar a este paraíso natural.
El agua, sobre todo cuando las lluvias son generosas y permiten que haya caudal, escurre por la roca caliza formando unas chorreras que se transforman en impresionantes estalactitas en algunas ocasiones del año cuando se congelan.
En esta visita que ha realizado encastillalamancha.es al Monumento Natural dentro de la sección «Vive Castilla-La Mancha en Naturaleza» no estaban congelado, pero sí que lucía a su alrededor un entorno nevado que acompañado del buen caudal que bajaba por el río dejaba imágenes tan bellas como esta:
Las aguas salidas del manantial travertínico son cristalinas y limpias, una pureza que se mantiene casi intacta en este paraje que ha sido conservado durante millones de años y en el que se pide a los visitantes que lo tengan en cuenta, la preservación de estos espacios es fundamental para el medio ambiente.
Una vegetación única
Pero en el nacimiento del río Cuervo no solo hay agua. Su entorno, húmedo por las precipitaciones abundantes y con una elevada altitud, es propicio para albergar una rica vegetación, en algunos caso inédita en el resto de Castilla-La Mancha. Este microclima continental húmedo favorece la aparición de especies de varios hábitats protegidos, donde viven especies de especial interés, que en algunos casos se encuentran amenazadas.
El pino albar es el gran protagonista. En las zonas de cumbre donde no existe resguardo, aparece una especie más resistente, la sabina rastrera. También hay bosques relícticos eurosiberianos compuestos por acebos, tilos y arces, comunidades vegetales rupícolas y alcunas manchas de turberas básicas y prados húmedos.
En el entorno del nacimiento también está la comunidad más rica en cuanto a número de especies de mariposas y la tercera con mayor diversidad biológica de toda la Península Ibérica. La diversidad en cuando al resto de la fauna también es rica y en la zona se pueden encontrar rapaces forestales, como azor, gavilán o águila culebrera, gato montés, además de varias especies de murciélagos. En el propio río destaca la presencia de la trucha común.
La Muela de San Felipe es el lugar que registra el mayor índice de precipitaciones de la provincia de Cuenca. El agua se infiltra y circula por las galerías que hay en el interior de la montaña hasta llegar a los manantiales. En el trayecto el agua se carga de carbonatos y los deposita tras emerger del manantial transformando las imposibles formaciones rocosas que se dan en la cascada del nacimiento.
La cascada está cubierta de musgo el cual sirve como soporte para que se depositen los carbonatos. El proceso es muy activo y se sobreponen unas capas sobre otras. Estas formaciones vegetales parecen colgadas de la roca, como si trepasen, hasta que por su propio peso de rompen y se desploman, variando las formaciones de la cascada. El carbonato cálcico que se va filtrando hasta formar nuevas barreras de roca.
El Nacimiento no es el único atractivo de la zona
Cuando se decide visitar el Nacimiento del Río Cuervo se elige visitar una preciosa zona de la Serranía de Cuenca, pero no es la única digna de contemplar. Se puede aprovechar la ruta para visitar algún otro de los emblemas de la zona, como las imposibles formaciones rocosas de la Serranía, que se aprecian con una belleza inigualable en la Ciudad Encantada y en Los Callejones de Las Majadas. También es una zona muy buena para practicar turismo activo y deportes de riesgo. Si lo que nos gustan son los animales, a escasos 25 kilómetros del Nacimiento está el Parque Cinegético del Hosquillo, uno de los pocos lugares de España donde se pueden ver osos.