Brutal ha sido el testimonio aportado esta mañana por la agente de la Guardia Civil que sufrió las consecuencias del atraco en el Mercadona de Yuncos (Toledo) y que iba junto a su compañero Román David, quien quedó parapléjico tras recibir un disparo en el cuello. Ella ha señalado que recuerda perfectamente cómo vio caer al suelo a su compañero cuando recibió el disparo, «salieron tres y dos empezaron a dispararme a saco. No me dio tiempo ni a sacar mi arma ni a reaccionar, yo estaba en el interior del coche».
[ze_summary text=»La agente está jubilada por el estrés postraumático que sufrió aquel día»]La agente está jubilada por el estrés postraumático que sufrió aquel día[/ze_summary]La agente, que ha declarado mediante videoconferencia y que está jubilada por el estrés postraumático que sufrió aquel día, ha dicho que ella conducía el coche oficial cuando un señor les advirtió de que había visto a tres personas en un coche con caretas en las caras y que no sabía si iban de fiesta o no.
«Le dije a Román David que no me gustaba la situación, que pidiéramos refuerzos»
De inmediato se dirigieron al Mercadona y localizó el Seat Córdoba robado que llevaban los atracadores al lado del establecimiento, «con la puerta del conductor entreabierta y sin nadie dentro. Inmediatamente vi a un hombre dentro, de espaldas y con un gorro de lana, con el calor que hacía ese día, por lo que le dije a Román que no me gustaba la situación, que pidiéramos refuerzos».
También ha recordado cómo le insistió a su compañero que no se bajara del coche, «pero se bajó y yo me puse histérica pidiendo apoyo». En ese momento vio cómo caía Román después de ser disparado. Al ver salir a los tres atracadores y a dos de ellos disparándola, «noté una presión en el pecho que pensé que era una bala que me había dado».
[ze_summary text=»Insistí a mi compañero que no se bajara del coche, pero se bajó y yo me puse histérica pidiendo apoyo»]Insistí a mi compañero que no se bajara del coche, pero se bajó y yo me puse histérica pidiendo apoyo[/ze_summary]A preguntas de su abogada ha recordado que la situación que se encontraron «me dio mala espina, pero no pensé que era un atraco, sí tuve malas sensaciones».
Cuando todo acabó y la ambulancia se llevó a Román David, «me desplomé y tuve una crisis de ansiedad». Desde entonces «no he vuelto a ser la misma «.