Las tareas arqueológicas que se vienen realizando en la mezquita de Tornerías de Toledo han dado con un tesoro oculto: el edificio romano «de corte monumental» sobre el que se asentó este edificio religioso musulmán.
Se trata de un edificio de 140 metros cuadrados que podría romper, o por lo menos matizar, lo que se pensaba hasta ahora. Puede que el edificio fuese «de corte monumental» y que no solo se tratase de una cisterna conectada con el acueducto de Toledo, la tesis actual, tal y como informa una nota de prensa del Gobierno regional, quien se está encargando de ejecutar estos trabajos arqueológicos.
Y es que hasta ahora la investigación tradicional contaba que la mezquita se levantó sobre esta cisterna relacionada con sistema hidráulico de Toledo cuando los romanos se asentaba en la ciudad y, pese a que no se descarta ese uso, la información sobre su distribución interna y características del edificio era escasa y los actuales estudios pretenden arrojar luz en este sentido. Es más, se está investigando la relación de este edificio monumental con el resto de estructuras conocidas de la ciudad en época romana.
Todo esto se ha conocido gracias al trabajo arqueológico en el subsuelo que se está realizando y que pretende conocer los entresijos del edificio para conocer las estructuras más antiguas en la ubicación.
Para saber todavía mucho más sobre este edificio romano, la investigación quiere conocer la tanto la evolución como la relación de la mezquita con el edificio romano. Por este motivo se está excavando a una cota de dos metros con respecto al nivel de la calle de Tornerías. Sin embargo, todavía no se ha hallado el suelo original del complejo.
Además, se han identificado construcciones de época andalusí, entre los siglos VIII-XI, que amortizaron el edificio romano. El abandono del edificio romano dio pie al uso doméstico en los primeros siglos de dominación musulmana, que a su vez fue destruido para levantar la mezquita.
La reapertura de la mezquita de Tornarías
La mezquita de Tornerías lleva cerrada desde 2012 y en su reapertura se está trabajando. De cara a que se abran sus puertas, pese a no se conocen fechas, se ha desarrollado un estudio de detalle de la mezquita y, lo que es más novedoso, se ha restituido urbanísticamente su entorno bajo medieval, identificándose tanto una pequeña plaza frente a la fachada principal del templo, como las dos calles desde las que se accedía desde Martín Gamero y la plaza del Solarejo, este último único acceso conocido hasta el momento.
También se está ejecutando una importante labor arqueológica de investigación en el subsuelo que pretende sacar a luz las estructuras más antiguas de la edificación de cara a su incorporación al definitivo proyecto de adecuación integral.
Estos trabajos arqueológicos y de investigación pretenden conocer tanto la evolución de la mezquita como su relación con el edificio público romano sobre el que se cimenta, considerado tradicionalmente parte del sistema hidráulico del acueducto que abastecía de agua a la ciudad de Toledo. Estas intervenciones iniciales repercutirán en la optimización de la propuesta definitiva de distribución y usos que se recogerá en el futuro proyecto de reapertura del edificio.
El proyecto, redactado por AMA Arquitectura, está siendo dirigido por sus arquitectos Francisco Javier Alguacil San Félix, Luis Moreno Domínguez y Francisco Javier de Paz Gómez, los trabajos de Arqueología bajo la supervisión de Arturo Ruiz Taboada y los correspondientes a consolidaciones de elementos singulares, por el restaurador Luis Miguel Muñoz Fraguas.