El Talavera está en caída libre, en el pozo de la clasificación, tras perder por 0-2 contra el Cádiz B. El desánimo absoluto se ha instalado en el equipo blanquiazul, que no levanta cabeza.
Reguera, un jugador que iba a ser decisivo (para mal del Talavera) cabeceaba un balón a la salida de un córner, que Arco despejaba a otro saque de esquina (minuto 18).
Dos minutos después, Saturday remataba de cabeza dentro del área, pero Barbero se lucía con una gran parada.
Y como al perro flaco… el Talavera iba a perder uno de sus baluartes defensivos y de altura, San José, en el minuto 25, sustituido por Sedeño. Los blanquiazules no podrían aprovechar con el capitán los pocos centímetros de loa jugadores gaditanos.
No llegaba una ocasión reseñable hasta el minuto 33, cuando un gran chut de Reguera no encontraba la portería.
Reguera, el mismo jugador blanquiazul que cometía un penalti lastimoso, evitable (Víctor enfilaba la puerta pero de manera lateral) sobre este último jugador. En directo no se vio claro, pero en las repeticiones, sí. Sergio Pérez transformaba en un minuto fatídico para el rival: el 40. Con 0-1 se llegaba el descanso.
Se cumplía una tónica habitual en los partidos de los blanquiazules: sus rivales, con muy poco, le atormentan. Como hoy el Cádiz B.
Con 0-1 se llegaba al descanso.
Y en vez de empatar, al Talavera le caía un segundo gol. Una jugada por banda derecha acababa en un certero taconazo cruzado, preciso, envenenado, de un atacante gaditano, golpeo que solo pudo rechazar Barbero a duras penas. Lo penoso fue la llegada, solo, de Lino, que únicamente tuvo que embocar a placer a la red. Corría el minuto 58.
De ahí hasta el final, tristeza infinita en la parroquia local, que ha caído en caída libre. Algunos gritos pidiendo la dimisión de Alcoy y más ocasiones del Cádiz B.