El Villarrobledo cayó por 2-0 en el Nuevo Arcángel contra el Córdoba debido sobre todo a la actuación excelsa del atacante local Javi Flores, que se bastó él solo para, eléctrico por su banda derecha, revolucionar el choque a favor de los suyos. El error rojillo consistió en no atajarlo.
Antes del primer gol solo hubo dos ocasiones reseñables para cada equipo. Una para los cordobeses, balón al poste de González, y una para los visitantes: Montero disparaba pero atajaba el portero.
Poco más… Hasta que llegó el jugadón de Javi Flores que remachó de cabeza Ortuño para rubricar el 1-0 (minuto 41), resultado con que se llegó al descanso.
Pero Javi Flores no se quedó satisfecho aún, ya que todavía fue capaz de maravillar con un control a media altura, matando un pase que no era fácil de aprovechar en el corazón del área, para, en una baldosa, armar la pierna en un giro eléctrico antes de dibujar una volea que fusiló al meta rojillo. Incontestable.
De ahí al final, el Villarrobledo armó varios ataques inofensivos y el Córdoba a punto estuvo de aprovechar alguna de las contras que le facilitó la desesperación del conjunto visitante.