La Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) ha comenzado a realizar desembalses desde los pantanos de Torre de Abraham y El Vicario con el fin de garantizar el caudal ecológico de los ríos Guadiana y Bullaque.
Así lo ha confirmado el Comisario de Aguas de la CHG, Timoteo Perea, quien ha señalado que en estos momentos se están desembalsando 200 litros por segundo desde el pantano de Torre de Abraham y 75 litros por segundo desde el pantano de El Vicario.
Esta cantidad de agua, ha indicado, es la que actualmente se puede soltar teniendo en cuenta los recursos hídricos disponibles en estos embalses.
No obstante, ha explicado con esta cantidad de agua la CHG pretende conseguir «estabilizar» los niveles de los cauces de los ríos que sufren las consecuencias de la sequía.
Con ello se quiere evitar, por un lado, que la vegetación de ribera de estos ríos sufra «estrés hídrico» y, por otro, que no se produzca mortandad de la fauna piscícola, todo ello que se logrará si se consigue que el agua tenga continuidad a lo largo del cauce en los próximos meses.
[ze_summary text=»Perea: Apenas ha llovido para que los embalses hayan aumentado sus reservas»]Perea: Apenas ha llovido para que los embalses hayan aumentado sus reservas[/ze_summary]Perea ha recordado que durante el invierno y la primavera apenas ha llovido para que los embalses hayan aumentado sus reservas y que la lluvia registrada en estos meses no ha sido «aprovechable» porque no se han producido escorrentías suficientes para que el agua acabara siendo almacenada.
El Comisario de Aguas ha indicado, no obstante, que los suministros de abastecimiento que dependen de las aguas superficiales están garantizados para este año hidrológico y el próximo.
Cabe recordar que los alcaldes de los municipios ciudadrealeños de Puebla de Don Rodrigo y El Robledo, Venancio Rincón y Elena Tamurejo, respectivamente, han pedido a la CHG el desembalse de agua para mantener el caudal ecológico de los ríos Guadiana y Bullaque.
Ambos regidores municipales han coincidido en asegurar que estos ríos pedían «a gritos un SOS» ante la falta de agua que se registra en sus cauces, que ya empezaban a estar secos en algunos tramos.