La imagen publicada por Rio Tajo Vivo muestra los estragos que está haciendo el desembalse de agua de los trasvase en el embalse de Entrepeñas, que sufre junto a Buendía las consecuencias del trasvase. Este motivo se une a la primavera poco lluviosa que, pese a las «previsiones» de lluvia que no se cumplen, se avecina un duro verano.
Y es que en solo seis días, del 14 al 20 de este mismo mes, se nota cómo ha bajado esta bahía que se forma en el punto más cercano del pantano a la localidad que acoge la presa del embalse de Entrepeñas, Sacedón en Guadalajara.
[ze_summary text=»El agua se marcha hasta Murcia y Valencia y por desgracia en la primavera 2017 no se repone ni con la lluvia»]El agua se marcha hasta Murcia y Valencia y por desgracia en la primavera 2017 no se repone ni con la lluvia[/ze_summary]
Si sigue a este ritmo, las barcas que todavía permanecen en esta parte del pantano podrían quedar aisladas. De hecho, muchos de los propietarios de barcas que las tiene amarradas en este embalse desde hace tiempo las tienen en otra zona del embalse, puesto que aquí, lo único sobre lo que puedan navegar sea el lodo.
El agua que se ha aprobado trasvase todavía no ha salido
En el 2017 ya se han aprobado los trasvases de enero, febrero, marzo y abril, pero gran parte de este agua todavía no ha partido hacia camino al Levante vía acueducto Tajo-Segura. En las últimas semanas las reservas agua de Entrepeñas y Buendía se han resentido considerablemente. El último dato publicado el lunes, dejaba un descenso de casi 10 hectómetro cúbicos de agua. Pero es que la semana anterior no fue mucho mejor y los embalses de la cabecera del Tajo perdieron otros 5,7 hectómetro.
La belleza de esta zona que mostraba este vídeo publicado esta semana por encastillalamancha.es se resiente porque el agua se marcha hasta Murcia y Valencia y por desgracia en la primavera 2017 no se repone ni con la lluvia.
Por otro lado, la Plataforma en Defensa del Tajo en Toledo va a pedir a la Unesco que incluya a Toledo en la lista de Ciudades Patrimonio Protegido por el estado lamentable que presenta el río a su paso por Toledo. Un río que solo lleva a la capital regional las aguas residuales que llegan de Madrid a través del Jarama, dado que llega mucho más caudal por ahí que agua limpia desde la cabecera.