Ojo, porque el dato es realmente brutal: en los embalses de Entrepeñas y Buendía, ambos cabeceras del río Tajo, solo queda el 9 por 100 de agua, porque el resto es fango. Así lo ha señalado hoy el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, en las Cortes de Castilla-La Mancha. «Y no es que lo diga yo, sino los expertos».
Más fango que agua, «un problema medioambiental de enorme gravedad»
Un problema medioambiental «de enorme gravedad que hemos puesto en conocimiento de las autoridades europeas».
Martínez Arroyo hablaba de sequía en la región, «porque vivimos una situación complicada». Y en Castilla-La Mancha «9 de cada 100 litros de agua se utilizan para el consumo humano y hay que garantizar el acceso de agua de todos los ciudadanos, con todas las infraestructuras necesarias, incluido el trasvase Tajo-Segura, igual que las desaladoras. Y sí, tenemos que ser solidarios, pero para el consumo de agua humano».
Lo que le ha llevado a señalar que esta región «es muy solidaria, ninguna otra comunidad autónoma cede parte de sus aguas a otras comunidades, tanto para los recursos agrarios como para el consumo humano. Y la sequía está afectando a la garantía de uso en algunas zonas de CLM».
El consejero ha mostrado su preocupación porque «estamos en una situación muy difícil, no estamos garantizando el acceso al agua a los jóvenes que se quieren dedicar a la agricultura, por lo que abandonarán los pueblos y se irán donde hay agua».
Por eso «hemos planteado a los agricultores poner encima de la mesa 31 millones para infraestructuras de riego y hacer un uso eficiente de agua, con el mismo agua conseguiremos más riqueza y más empleo».
El propio consejero había anunciado minutos antes que el río Tajo ha perdido ya el 61 por 100 de su biodiversidad avícola por la falta de agua.