A primera hora de la mañana de hoy domingo, el aspecto del río Tajo a su paso por Toledo, concretamente bajo el Puente de San Martín, ofrecía un aspecto más desolador que nunca, ya que llevaba mucha más porquería de lo habitual, que ya de por sí es mucha.
La porquería: más, imposible
El habitual caudal de espuma que le llega procedente de Madrid, como se aprecia en las fotografías y el vídeo, alcanzaba unos niveles realmente escandalosos.
Siendo este uno de las principales y primeras panorámicas que obtienen de la ciudad de Toledo los turistas y visitantes, esta primera impresión no puede ser más pésima.
El deplorable estado del Tajo a su paso por Toledo, un asunto de Estado para el Gobierno de Castilla-La Mancha, Ayuntamiento de la ciudad y organizaciones ecologistas, hace tiempo que es un asunto que también preocupa mucho a los vecinos, como queda demostrado en las marchas y reivindicaciones en las que piden un río digno, como el que presentaba hace ya demasiados años.
La antigüedad de esta lógica demanda vecinal se aprecia a poco que se bucee en las fotos de la historia contemporánea de una ciudad obligada a mirar atónita día tras día el asqueroso caudal de un río que no se merece esta ignominia cotidiana.
