Sensibles al drama que viven miles de personas que, con lo puesto, han dejado atrás una vida truncada por un conflicto bélico, por la intolerancia de los talibanes o por un día a día en el que es muy difícil llevarse algo a la boca, un grupo de profesores del IES «Juan Bosco» de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) han puesto en marcha un proyecto educativo en el que la creatividad poética es su herramienta para abrir los ojos frente a la realidad de los refugiados.
Escuela del campo de refugiados de Calais en la que aprenden niños y adultos.
Los docentes Dionisia Segovia, Miguel Mayorga, Manuel Martínez, Yolanda Fernández, Rafael Falcón y Ana Belén Sáez decidieron un día que no podían estar más tiempo sin abordar en el aula las imágenes que tanto les impactaba ver en la televisión. Así comenzó a andar el proyecto «Refugios: Taller de poesías», en el que participan 25 alumnos voluntarios de primero a cuarto de ESO. «La idea era recurrir a la poesía y a la creación literaria para aislarnos del ruido diario y contribuir al silencio que se necesita para pensar en este problema», comentaba a encastillalamancha.es Rafael Falcón.
El resultado están siendo poemas y canciones que buscan sensibilizar ante un drama tan real como difícil de asimilar. Apunta Falcón que los estudiantes se están volcando «con entusiasmo» y que incluso se han sumado a la Agenda de Apoyo al Refugiado que ha surgido en Alcázar.
Este profesor afirma que «los chicos no están acostumbrados a hacer preguntas; el tiempo escolar está muy reglado y sometido al curriculum». Por ello, y para que no fuese una «escuela insensible», «queremos que los chicos pasen de la lógica de la reproducción a la lógica de la creación» y dejen de estar «anestesiados».
EL IMPRESIONANTE RELATO DE UN VIAJE A UN CAMPO DE REFUGIADOS
El proyecto está llegando a la conciencia de estos jóvenes, quienes se quedaron también muy impresionados por el relato que les hizo Rafael Falcón de su viaje al campo de refugiados de Calais, en el norte de Francia. De la mano de otro profesor de Secundaria de Toledo, Jesús Gabaldón– quien además se dedica al mundo de la fotografía-, fue testigo directo de la llamada «Jungla de Calais», donde alrededor de 6.000 personas de numerosas nacionalidades -sirios, iraquíes, afganos, kurdos, sudaneses, paquistaníes, iraníes, eritreos…- malviven en chabolas a la espera deque llegue su turno de arriesgar la vida y colarse -después de superar el cinturón policial y el doble vallado- en los bajos de un camión o en un tren en marcha que les lleve a su idílico Reino Unido.
En el que es el campo de refugiados más grande de Europa, tuvo la oportunidad de acercarse a auténticos dramas humanos, personas que contaban «experiencias terroríficas» con la misma naturalidad que hablan de lo que han hecho ese día. Explicaba que en este campo no se duerme; la complicidad de la noche es aprovechada para intentar cruzar el Canal de la Mancha. Ya de día, la «Jungla de Calais» se asemeja a una pequeña ciudad en la que incluso hay bares, tiendas y hasta colegios.
Precisamente, los alumnos de ESO del IES «Juan Bosco» de Alcázar enviarán cartas a los niños refugiados de los campos de Calais y Grand Synthe. Además, el centro está organizando para mediados de mayo una exposición con las fotografías de Jesús Gabaldón y un espectáculo de música, poesía y magia. Aquí podrán escucharse letras llenas de solidaridad hacia los refugiados, como este rap compuesto por uno de los alumnos ciudadrealeños:
«Te voy a decir el mundo en el que vives
Donde te juzgan sólo por tus raíces
Niños que dejan su infancia en el lodo
A ellos el tiempo les ha quitado todo
Niños de Siria que salen del país
Porque la guerra no les deja vivir
Y yo aquí sentado ¿Qué les voy a decir?
Mis palabras me permiten respirar, sobrevivir.
Canten conmigo, liberen las palabras.
Esto no es un cuento, no es un cuento de hadas.
Y es que sólo hay un camino y es dejar las armas.
Detrás de las noticias hay vidas humanas.
Ahora sólo tienen que viajar y luchar
Sacar fuerzas de la nada para continuar
Demostrar a cada paso a la cruda realidad
Que por mucho que les pegue ellos lo aguantarán.
Este es el fin de mis palabra
Sigo triste porque a ellos no les servirá de nada
Este es el principio de una nueva batalla
Sólo la poesía nos devuelve la esperanza».
(Garnik Avetyan)