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Los nuevos pobres 03/04/2017junio 6th, 2017
Mar G. Illán Mar G. Illán

Sí, definitiva y tristemente sí. Se puede ser pobre en el siglo XXI. Eso no es una sorpresa, quizás sí lo sea repasar algunos datos que tienen que ver con la pobreza y la exclusión social en el año 2017 y saber cuán cerca están de nosotros.

Es necesario tenerlo claro para que no nos olvidemos de los nuevos pobres si queremos que nuestras sociedades sean de verdad modernas, civilizadas y europeas en el mejor sentido que el mundo y la historia dan a este gentilicio.


¿Sabes que hay 185.280 niños en riesgo de pobreza y exclusión social? ¿Han pensado en Guatemala? Os equivocáis, es Castilla-La Mancha y el dato lo dio el 22 de marzo Carmelo Angulo, presidente de Unicef Comité Español cuando presentó el I Estudio sobre la Situación de la Infancia en CLM en el “Espacio Reservado” de encastillalamancha.es.

Nunca le compra ropa, nunca van de vacaciones, no hay internet en casa y el móvil lo paga un mes ella y otro su hermana, el último empleo fijo es de 2009. ¿Alguna familia del África Subsahariana? No. Viven en Valencia, España. Se llama Lucía Cuesta, tiene 44 años y es madre soltera de un niño de 8 años, llegó a ser jefa de obra y ganar 2.000 euros al mes.

Su caso lo publicó El País en su edición del domingo. Es uno de cientos de miles de personas que viven de una manera que nos parece imposible que ocurra al lado de nuestra casa. Sin drogas. Sin alcohol. Sin ningún tipo de problema extra que facilite la exclusión o la pobreza. Demasiados y demasiado frecuentes.

Ser pobre en el siglo XXI es de gente «normal»

Gente “normal”, como tú o como yo. Lo que significa que le puede pasar a cualquiera si una crisis como la vivida en la última década se repite o si no se corrigen sus aún evidentes y devastadores efectos.

Que no nos ciegue la bondad de las cifras macroeconómicas. Las estadísticas de la recuperación no nos pueden dejar indiferentes de los problemas sin resolver. El crecimiento del PIB no puede ocultar el rostro de las personas que siguen sufriendo mucho y cuya situación dista un abismo de ser la que se le presume para un europeo del siglo XXI.

Aún hay gente cuya vida cotidiana parece sacada de los peores lugares del mundo, cuyas penurias humanas y sociales parecen quedarnos tan lejanos porque vivimos ignorantes de nuestra realidad.

[ze_summary text=»Más riesgo de pobreza para los niños. Aún peor si nacen niñas, porque es mayor el riesgo de sufrir violencia física en el hogar, ser entregadas a explotación sexual o simplemente sometidas»]Más riesgo de pobreza para los niños. Aún peor si nacen niñas, porque es mayor el riesgo de sufrir violencia física en el hogar, ser entregadas a explotación sexual o simplemente sometidas[/ze_summary] 

En ese escenario de desastre social y donde la desigualdad campa y ha campado a sus anchas con la crisis y la gestión que de ella se ha hecho, el escalón más bajo es para los niños. Aún peor si nacen niñas. Fuera de España, sin duda; pero en España también, porque el riesgo de sufrir violencia física en el hogar, ser entregadas a explotación sexual o simplemente sometidas al criterio del varón dominante de la casa sigue siendo factor extra de sufrimiento.

“Los niños han sido los más perjudicados: su riesgo de pobreza entre 2005 y 2015 pasó del 29 por 100 al 34 por 100”, dice el experto en datos Kiko Llaneras en un artículo publicado el domingo en El País.

Aún peor en Castilla-La Mancha, donde más se recortó la inversión en infancia en los peores años de la crisis. Unicef alerta que el 42,8 de nuestros infantes están en ese riesgos de pobreza y exclusión, tal y como queda reflejado en el documento dirigido por el profesor de la UCLM Arturo Molina.

Ni un solo niño sin una vida digna en 2030, el reto que lanza Unicef

Carmelo Angulo y Arturo Molina lanzaron el reto de que no haya un solo niño sin una vida digna en el año 2030 y también el de repasar los datos dentro de dos años, objetivo que por supuesto encastillalamancha.es aceptó de inmediato. Veremos lo que de verdad nos importan los niños. Y los pobres.

Hay más riesgo de caer en la pobreza en parados, extranjeros que no son de la UE, personas con menos estudios, hogares monoparentales y en los territorios del sur. Más o menos es el perfil que cualquiera hubiera dicho si le hubieran preguntado por el perfil de los pobres del siglo XXI.

Pero el drama hoy es que un trabajo ya no saca de la pobreza, porque aunque hay más empleos son de peor calidad y no dan ni para comer adecuadamente. Del resto de necesidades de un ser humano, ni hablamos.

Todos ellos son los nuevos pobres, no les olvidemos. Podríamos haber sido nosotros. Aún podemos serlo si se repite el escenario.

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