Mar G. Illán
Sí, no queda otra en Castilla-La Mancha. Presupuestos o elecciones y ha empezado la cuenta atrás hacia una decisión que será irreversible en la primera quincena de julio. El presidente de Castilla-La Mancha ha tomado la firme decisión de no prolongar sine die la agonía de gobernar con los prorrogados Presupuestos de 2016, un cuello de botella para la gestión, los servicios públicos y el crecimiento justo cuando hay más dinero disponible y buenas perspectivas de crecimiento económico.
El reloj que resolverá la ecuación: Presupuestos o elecciones
Un par de semanas más y si no hay acuerdo vamos a las urnas, ha trasmitido Emiliano García-Page a su Gobierno y a su partido y aunque se trabaja en algún tipo de acuerdo parlamentario que in extremis salve las cuentas públicas de Castilla-La Mancha para 2017, todavía no hay nada cerrado y el reloj corre para resolver en un sentido o en otro la ecuación: Presupuestos o elecciones.
Encastillalamancha.es les adelantó que el presidente de la Junta había empezado la cuenta atrás y que así se lo pensaba transmitir a los secretarios generales de Comisiones Obreras y UGT y al presidente de la patronal en el almuerzo que iban a mantener ese mismo día tras la firma del Acuerdo Estratégico para la Prevención de Riesgos Laborales. Tanto Paco de la Rosa como Carlos Pedrosa o Ángel Nicolás le expresaron que, en su opinión, mejor Presupuestos que elecciones, aunque también entienden que no se puede gobernar con las manos atadas.
La noticia de que Page había decidido contestar en muy pocos días a la pregunta de si habrá Presupuestos o elecciones accionó el interruptor definitivo y pronto conoceremos la reacción de cada actor.
Un acuerdo imposible con Podemos y complicado, pero no imposible con el PP
Con Podemos el acuerdo parece imposible y con el PP muy complicado, pero no imposible. De hecho, por el momento es la única vía que podría salvar los Presupuestos y evitar unas elecciones que no quiere ninguno de los tres partidos.
María Dolores de Cospedal fue la primera en salir a decir que brindaba el apoyo del PP al Gobierno de Emiliano García-Page para que la región tuviera Presupuestos. El precio, lógicamente, no es el que han explicado en los titulares de prensa. Así que no es una opción fácil, pero sigue siendo posible.
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La posición adoptada por el secretario general en Castilla-La Mancha, José Molina, que parece buscar más venganza que otra cosa, ha laminado las esperanzas del PSOE de poder llegar a un nuevo acuerdo con este partido. La postura de David Llorente es política y favorable a un acuerdo que permita a Podemos ofrecer «trofeos» a sus bases, pero su voto solo no vale, incluso aunque se lograse cerrar un nuevo acuerdo. La frivolidad con la que Molina echó para atrás el Presupuesto en abril, sin previo aviso, justo en el momento de votar, avisando a su compañero apenas una hora antes y pese a haber dado luz verde el 23 de enero y anunciar acuerdo en una rueda de prensa conjunta del Gobierno, el PSOE y Podemos ha generado una extrema desconfianza entre los socialistas. ¿Quién nos garantiza que no lo vuelva a hacer?, se preguntan una y otra vez.
En Podemos hay división de opiniones entre quienes piensan que Molina hizo bien, porque parte de la caída de votos que dan las encuestas la achacan al «colaboracionismo» con Page y entre quienes creen que se ha dañado gravemente la credibilidad del partido y se ha evitado que se cumplan las expectativas de colectivos y grupos afines, con los que se podía haber cumplido y al día siguiente seguir exigiendo al PSOE llegar más lejos.
En mi artículo de la semana pasada me preguntaba ¿Qué está pasando por la cabeza de Emiliano García-Page? y les prometía respuesta para el siguiente. Pues, misión cumplida: Presupuestos o elecciones es la cuestión que le mantiene ocupado y le tiene preocupado, pero también decidido a parar en pocos días la cuenta atrás que ya se ha puesto en marcha.
