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Fue creado en 2007 para prevenir el acoso escolar y lleva siete años sin reunirse - 03 mayo 2018
Agustín Yanel Agustín Yanel

De nada sirve crear una comisión o grupo de trabajo para que analice y prevenga un problema determinado si después no se convoca a sus integrantes para que se reúnan, con la excusa de que es muy complicado porque son muchas personas. De nada ha servido que el Gobierno creara en 2007 el Observatorio Estatal de la Convivencia Escolar, para estudiar medidas contra el acoso escolar, si desde entonces se ha reunido solo tres veces, no ha realizado los informes que debía presentar y lleva siete años sin ser convocado. De vergüenza.

Jokin, un adolescente de 14 años que estudiaba en un instituto de Hondarribia (Guipúzcoa), acabó con su vida en septiembre de 2004 porque no soportó las agresiones e insultos que sufría a diario por parte de siete estudiantes. A raíz de aquella tragedia y de otros casos, el Gobierno de José Luis Rodíguez Zapatero creó el citado Observatorio, integrado por 70 personas: representantes de varios ministerios, comunidades autónomas y ayuntamientos, sindicatos de la enseñanza, colegios públicos y privados, asociaciones de padres y de alumnos, Defensor del Pueblo y personalidades de prestigio especialistas en este tema.


Siete años sin reunirse

Ese grupo debía reunirse al menos una vez al año en pleno y dos veces al año su comisión permanente (una veintena de personas). Pero, en los 11 años que han transcurrido desde su constitución solo se ha reunido en tres ocasiones, la última en 2011. Hace siete años que sus integrantes no son convocados a una reunión. De nada han servido las quejas del Consejo Escolar Estatal ni las peticiones de integrantes del Observatorio para ser convocados, porque el Ministerio no les ha llamado.

El Observatorio -que preside el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo– debe asesorar en materia de acoso escolar, recoger experiencias, proponer medidas frente a este problema y elaborar informes periódicos para el Consejo Escolar Estatal y otras instituciones. Nada de eso ha hecho, al menos en los últimos siete años.

En enero de 2016 el Gobierno aprobó el Plan Estratégico de Convivencia Escolar. Hace cuatro meses el Consejo de Ministros acordó reducir de 70 a 47 las personas que integran el Observatorio, para que sea más fácil reunirlas, y añadió a sus objetivos el de estudiar medidas para prevenir el acoso por internet (el llamado ciberacoso) y la violencia en las aulas, que no figuraban cuando fue creado en 2007. También le asignó la función de hacer un seguimiento de la implantación del citado Plan Estratégico de Convivencia Escolar y contribuir a su desarrollo.

Las excusas del Ministerio de Educación

Han transcurrido ya cuatro meses desde ese acuerdo del Consejo de Ministros, pero el Ministerio de Educación continúa sin convocar al Observatorio Estatal de la Convivencia Escolar. No es serio. Si se compara con los siete años que lleva sin reunirse, cuatro meses es poco tiempo. Pero si se piensa en los casos de acoso que se producen en los centros educativos y a través de los dispositivos digitales, cada día que pasa sin adoptar medidas eficaces contra tan grave problema es una eternidad.

¿Tan difícil resulta reunir a esas personas para que empiecen a realizar el trabajo que les han encomendado sobre un asunto tan serio como el acoso escolar y el ciberacoso? Para intentar justificar tantos retrasos, el Ministerio de Educación afirmó en su día que el Gobierno estaba en funciones -por el bloqueo político que obligó a repetir las elecciones generales en 2016- y solo podía adoptar los acuerdos imprescindibles para la gobernabilidad de España. Ahora no tiene excusa alguna para no convocar una reunión con la máxima urgencia.

El Gobierno central ni siquiera dispone de datos oficiales sobre los casos de acoso escolar y ciberacoso, porque tampoco ha cumplido lo que anunció el ministro Méndez de Vigo hace dos años cuando prometió crear un registro estatal con los datos de todos los casos que se produjeran, para estudiarlos y adoptar medidas preventivas. Sólo se dispone de algunos informes de organizaciones no gubernamentales como Save the Children, según los cuáles uno de cada 10 alumnos dice haber sufrido acoso escolar.

El 2 de mayo se ha conmemorado el Día Mundial contra el Acoso Escolar. De nada servirá ese día, ni los del resto del año, si se aprueban medidas que no funcionan como ha ocurrido hasta ahora con el Observatorio Estatal de la Convivencia Escolar y el Plan Estratégico. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, lo ha escrito en estas páginas: » Toda la sociedad debe estar implicada ya que toda la sociedad debe luchar por su erradicación. Nos corresponde a las Administraciones Públicas velar y proteger a la infancia y adolescencia y hacer cumplir los derechos fundamentales que los amparan». Pues eso, a ver si el ministro Méndez de Vigo lo lee y se dedice a adoptar medidas que funcionen.

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