Los técnicos de la Agencia del Agua de la Junta de Comunidades, organismo dependiente de la Consejería de Fomento, realizaron durante el día de ayer, sábado 15 de octubre, varias tomas del agua del Tajo a su paso por Toledo paralelamente a las que ha obtenido la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) tras detectar el inusual aspecto que presentaba el río en la capital regional desde primera hora de la mañana, con una espesa y extensa capa de espuma blanca cubriendo su superficie. Las muestras han sido enviadas para un completo análisis químico para determinar el posible origen de esta anomalía. Así lo ha revelado hoy la consejera de Fomento, Elena de la Cruz, en declaraciones a los medios de comunicación.
Tanto la Consejería de Agricultura como la Agencia del Agua han colaborado desde primera hora de la mañana de ayer con el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil en la investigación de este episodio, a cuyo esclarecimiento contribuirá el resultado de los análisis químicos de las muestras tomadas y la posible carga contaminante que pudieran contener.
Tras efectuar diversas comprobaciones, los técnicos de la Agencia del Agua descartaban a lo largo de ayer que el posible vertido causante de la espuma proceda de ninguna de las depuradoras de gestión pública en la región, ya que su funcionamiento en el intervalo temporal sobre el que se ciernen las sospechas era correcto. Sin embargo, los expertos tampoco descartan la hipótesis de que pueda deberse a un vertido industrial en el río antes de adentrarse en la comunidad autónoma.
Los técnicos consideran que la acumulación de la espuma en las riberas del Tajo en la capital regional habría sido propiciada por la baja velocidad de circulación del agua, que ayer arrojaba valores medios de 8,5 metros cúbicos por segundo según la información de SAIH Tajo, la aplicación informática de la CHT. «El caudal era escaso», ha dicho la consejera, añadiendo que «debería llevar al menos 10 metro cúbicos por segundo».
La consejera de Fomento ha expresado el malestar del Gobierno regional ante este episodio, puesto que introduce un elemento añadido a la mala calidad habitual del agua del Tajo a su paso por Toledo a consecuencia de las aguas que recoge del Jarama en el trayecto comprendido entre las presas de Entrepeñas y Buendía, que son el origen del trasvase al Segura, y la provincia de Toledo.
La Agencia del Agua de Castilla-La Mancha está colaborando ante este hecho con la CHT, organismo dependiente del Ministerio de Agricultura, para acceder a toda la información de la que disponga por esto hechos a fin de adoptar las decisiones oportunas una vez esclarecidos, sin descartar ninguna acción legal adicional a las que pudiera adoptar la propia CHT como institución que tiene la obligación de velar por el correcto estado medioambiental del río.
La Consejería de Fomento espera contar con los resultados del laboratorio en el plazo más breve posible a fin de poder investigar las causas. «Estaremos vigilantes ante esta situación», ha dicho Elena de la Cruz, quien pide cautela en las interpretaciones de lo sucedido: «vamos a esperar a ver qué determinan los análisis y si se apreciase carga contaminante pediríamos responsabilidades a quien las tuviese», ha indicado la consejera.