Un informe elaborado por la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha determina que el origen de la espuma detectada el pasado fin de semana en el río Tajo a su paso por Toledo proviene del río Jarama, que discurre mayoritariamente por la Comunidad de Madrid y atraviesa esa región de norte a sur.
El informe, al que ha tenido acceso Efe, utiliza los datos de la Red Saica (Sistema Automático de Información de Calidad de las Aguas) de la Confederación Hidrográfica de Tajo (CHT), que proporciona los resultados de las analíticas efectuadas en el agua y que se envían automáticamente con un periodo de quince minutos.
Tras su análisis, afirma que el origen de la contaminación observada en el río Tajo a su paso por Toledo proviene del río Jarama y no tiene su fuente en vertidos entre este río y la ciudad de Toledo.
La Agencia apunta que se puede anticipar que una parte del origen de las espumas detectadas tienen que ver con el aumento de la contaminación en amonio y fosfatos en el agua y que queda claro que ésta es, a su vez, producida por alguna incidencia que ha de buscarse en el Jarama.
En concreto, se han visualizado los análisis de las tres estaciones Saica desde el día 12 de octubre al 16, elegidas por «cuanto revelan el estado del río Tajo antes su confluencia con el Jarama (en Aranjuez), del río Jarama justo antes de su confluencia con el Tajo (en Puente Largo) y del Tajo tras confluir con este afluente (en Safont).
En todos los casos, se ha observado un incremento de amonio, conductividad, fosfatos, nitratos, oxígeno disuelto y turbidez a partir de las 11:00 horas del 14 de octubre.
Advierte de que es «especialmente llamativo» el aumento de amonio -«se multiplica por más de ocho-, mientras que la turbidez «aumenta más de 10 veces» y el oxígeno disuelto en el agua «se reduce a la mitad».
A la hora de analizar el origen de la contaminación, la Agencia del Agua reconoce que las lluvias del 12 de octubre, «día del Pilar», han podido influir en el caso de la turbidez e incluso del oxígeno disuelto y la conductividad, pero «no así con el amonio, fosfatos y nitratos».
Su origen, apunta, es «claramente contaminación humana, procedente normalmente de productos utilizados en la agricultura, industria o de determinadas aguas residuales no correctamente tratadas».
Con ello, señala que hay tres zonas donde puede haberse originado: el río Tajo aguas arriba de su confluencia con el Jarama, este río antes de su llegada al Tajo o entre la confluencia de los dos cauces y la ciudad de Toledo.
Pero añade que se llega «fácilmente a la conclusión de que el origen» de la espuma proviene del Jarama y, para ilustrarlo, señala que el amonio comienza a aumentar en este río a partir de la medianoche del 12 al 13 de octubre y «se observa el mismo fenómeno diferido en algo más de un día y medio» en la estación de Toledo, en el Tajo.
Apunta que se produce el mismo fenómeno respecto al oxígeno disuelto y a la turbidez.
«Hay una perfecta concordancia entre la aparición de espumas en las aguas del río Tajo a su paso por Toledo entre los días 13 y 15 de octubre y la evolución de determinados parámetros físico-químicos analizados en la estación de Safont, en Toledo», apunta.
La Agencia del Agua también informa de que en estos momentos se están analizando en el laboratorio otros parámetros distintos de los detectados por las estaciones Saica.