Más de un centenar de ovejas han muerto por ataques de lobos en el Alto Tajo tras el último ataque que ha causado la muerte de 20 de ellas en Huertahernando (Guadalajara).
Según una nota de prensa de los ganaderos afectados, el último ataque se produjo en la madrugada de ayer y los lobos mataron una veintena de ovejas del rebaño de Daniel Tabernero.
Todas ellas presentaban una mordedura en el cuello y «ninguna en los cuartos traseros, señal inequívoca de que el autor del ataque fue el lobo», según los pastores que, como consta en la denuncia interpuesta ante la Guardia Civil, lograron avistar al lobo.
Tras estos ataques, constatados por los preceptivos informes de los agentes medioambientales de la Delegación de Agricultura se han cuantificado en un total de 104 las ovejas muertas y desaparecidas.
Otro cabrero de Santa María del Espino también sufrió ataques en febrero -doce cabras muertas y otras tantas heridas- y hace varios meses los cazadores de varias localidades del Alto Tajo, como Saelices de la Sal o Sotodosos, alertaron tras avistar a varios lobos durante la celebración de algunas monterías.
Los ganaderos de la zona denuncian en el comunicado la «pasividad» de la Administración y exigen una solución «inmediata» al problema.
Del mismo modo, aclaran que las subvenciones de la Junta y la Diputación no son «indemnizaciones por responsabilidad patrimonial de la Administración» y no compensan el daño sufrido por los ataques.