El poeta y escritor ciudadrealeño Pedro A. González Moreno (Calzada de Calatrava, 1960) se ha mostrado especialmente satisfecho por haber recibido el premio «Ángel García López» de poesía que anualmente convoca el Ayuntamiento de Rota (Cádiz). En declaraciones a Efe, González Moreno ha comentado que este premio le ha agradado especialmente, por haberlo logrado con el poema titulado «Una antorcha de sombras» que, ha dicho, «es el tercer poema de una trilogía dedicada a la muerte de una buena amiga», con el que se cierra, al menos momentáneamente, una etapa de su obra poética.
El poeta calzadeño, que recibió el premio, dotado con un diploma y 3.000 euros, en el salón capitular del Palacio Municipal Castillo de Luna de manos de la alcaldesa de Rota, Eva Corrales, ha puesto de manifiesto el hecho de que algunos municipios aún apuesten por mantener sus citas literarias anuales, «pese a los funestos tiempos que corren».
González Moreno ha dicho que en tiempos de crisis «la cultura, por desgracia, suele ser siempre la primera que se resiente de los recortes presupuestarios».
Para el escritor y poeta manchego ha sido un orgullo haber recibido un premio que lleva el nombre de un poeta aún vivo como es Ángel García López, a quien ha querido agradecerle las palabras que durante la entrega del premio le dedicó y que le señaló como «hombre de vocación probada en todo lo que respecta a lo literario».
En este sentido, García López puso en relieve el trabajo de González Moreno como profesor de Lengua y Literatura, como novelista, como crítico literario de demostrada solvencia, y sobre todo, como gran poeta, con obras que han obtenido premios de prestigio que lo sitúan entre los poetas más destacados en el panorama nacional.
Pedro Antonio González Moreno está considerado como uno de los escritores manchegos de más renombre del panorama nacional, un valioso novelista e investigador literario, que cuenta con una importante trayectoria literaria que en el caso de la poesía se plasma en ocho libros.
«Señales de ceniza» es el título del primer libro que publicó en 1986 y al que siguieron otros trabajos como los titulados «Pentagrama para escribir silencios», «El desván sumergido» y «Calendario de sombras», que han resultado ganadores de diversos premios de prestigio como el Joaquín Benito de Lucas, el accésit de Adonais, Francisco de Quevedo y Tiflos.