Seremos como Madrid, dijo Cospedal, cuando presentó su plan de bilingüismo en referencia a una de las comunidades donde está más avanzado el aprendizaje de inglés. No parece que nos hayamos acercado, pero el bilingüismo sigue siendo un objetivo ineludible. ¿Cuál es su plan…? ¿Tiene claro cómo se consigue eso en Castilla-La Mancha, donde partimos de tan atrás…?
No se pierda las respuestas de Ángel Felpeto, consejero de Educación, Cultura y Deportes. Las puede leer a continuación y en la entrevista que publicamos íntegra en portada.
Seremos como Madrid, dijo Cospedal, cuando presentó su plan de bilingüismo en referencia a una de las comunidades donde está más avanzado el aprendizaje de inglés. No parece que nos hayamos acercado, pero el bilingüismo sigue siendo un objetivo ineludible. ¿Cuál es su plan?
Yo no entro en el nivel que tienen las aulas de Madrid. Hace pocos días todos fuimos testigos de un video que circuló por toda la red de unos profesores de un colegio de Madrid que decían “no quiero ser centro bilingüe porque no me considero capacitado para explicar la fotosíntesis en inglés”. Pues nosotros no queremos que nos ocurra eso. Efectivamente, lo que se dijo entonces ha sido algo que ahora arrastramos, porque el bilingüismo no son carteles a la puerta de un colegio que digan “Centro bilingüe”, es otra cosa. El bilingüismo tiene que estar asociado a que los niños aprenda inglés no a mejorar el horario o el destino del profesor.
«EL PLAN DE BILINGÜISMO ES UNO DE LOS PILARES DE TRABAJO PARA ESTE CURSO»
¿Tiene claro cómo se consigue eso en Castilla-La Mancha, donde partimos de tan atrás?
Si lo tuviéramos claro, absolutamente claro, ya habríamos trabajado sobre ello. Estamos precisamente trabajando con toda la comunidad educativa, es uno de los pilares de trabajo para este curso. Nada más tomar posesión, he mantenido reuniones con todos los directores de los centros, provincia a provincia, les dije cuál era mi proyecto de trabajo y ellos tuvieron oportunidad de exponer sus inquietudes y uno de los problemas recurrentes en todas las reuniones es que no satisfacía a nadie el modelo de bilingüismo que tenemos. Porque no funciona. Ése es el diagnóstico. Tenemos que definir cuántas materias queremos impartir en inglés, qué formación para el profesorado, ayudarle a que la tenga y, al mismo tiempo, definir que los centros lo hagan de manera voluntaria y cuando crean que pueden hacerlo bien, no por aquello de poner el cartel.