Podemos de Castilla-La Mancha ha asegurado hoy que había avisado desde «hace tiempo» al Gobierno regional de que, a su juicio, no estaban «siguiendo la dirección marcada» en el acuerdo de investidura que ayer dio por roto, si bien ha añadido que «si el gobierno da un giro, como siempre, nos tendrá a su lado».
En declaraciones a Efe, la secretaria de Organización de Podemos Castilla-La Mancha, María Díaz, ha desgranado los motivos que han movido a la formación a dar por roto el acuerdo de investidura que permitió investir al socialista Emiliano García-Page como presidente de la Junta y ha aseverado que para su partido no es tan importante el número de medidas que se han puesto en marcha como la calidad de las mismas.
Díaz ha informado de que Podemos no ha comunicado de forma oficial la ruptura del acuerdo de investidura al Gobierno regional y ha considerado que hacerlo sería «entrar en menudeces y cuestiones que no tienen importancia para la ciudadanía».
A su juicio, la lectura del comunicado oficial ayer en rueda de prensa y «hacerlo públicamente es la mayor demostración, es más que suficiente para decir que el acuerdo está en suspenso», pues ha opinado que lo más importante es que la ciudadanía haya tenido conocimiento de la ruptura del acuerdo.
Sobre los motivos que han llevado a Podemos a romper dicho acuerdo, ha afirmado que no ha habido «un detonante», sino que la formación «desde hace muchos meses viene avisando al Gobierno no sólo de que no cumple, sino lo que es muy grave y casi escandaloso, de que no se está cumpliendo prácticamente ninguna resolución» aprobada en las Cortes.
Además, ha denunciado que «en algún punto, en algún momento, el Gobierno regional ha decidido tomar otra dirección, una contradirección y mantener las políticas que Podemos ha venido a impugnar, que eran las del PP».
Entre las medidas que, según Podemos, deberían ponerse en marcha en la región, Díaz ha citado la renta garantizada, un plan de alternativa habitacional porque «la Oficina antidesahucios no está paralizando» los lanzamientos, un plan integral de lucha contra la pobreza y la desigualdad social en el que involucren varias consejerías y la recuperación del empleo público, sobre todo en sanidad y educación, pues «todavía hay mucha tibieza».
Y ha considerado que no es contradictorio el que Podemos apoyara hace dos semanas el techo de gasto de Castilla-La Mancha para 2017 con la ruptura del acuerdo, porque dicha aprobación «no es un apoyo al gobierno regional o a García-Page» e incluso ha sostenido que la propuesta de someter a votación el techo de gasto fue de Podemos, para que «Castilla-La Mancha pudiera avanzar».
Incluso no ha desvelado si Podemos va a rechazar el presupuesto de la Junta para 2017 cuando se presente, porque «no es momento ahora de hablar de apoyar el presupuesto o no, porque aún no se ha presentado, y cuando llegue el momento, se estudiará si el presupuesto apunta hacia donde tiene que apuntar».
«Si el gobierno de Castilla-La Mancha da un giro y comienza a cambiar sus políticas, en esta región, como siempre, nos tendrá a su lado. Si no, nosotros no hacemos política de ciencia ficción, sino políticas del día a día, porque es cuestión de pensar en los ciudadanos», ha expuesto.
Este mensaje, según Díaz, lo han intentado trasladar los dos parlamentarios regionales, José García Molina y David Llorente, al presidente de Castilla-La Mancha «sin éxito», aunque no ha podido precisar quién «tiene que dar el paso» en el futuro para mantener un encuentro en el que abordar estas cuestiones, pues «no se trata de resolverlo con reuniones, sino de que el gobierno empiece a cumplir lo que ellos mismos se comprometieron y firmaron».
Por otro lado, y ante la posibilidad de que García-Page decidiera someterse a una cuestión de confianza en el Parlamento autonómico, Díaz ha opinado que debe ser el presidente quien sopese dar el paso de «si se quiere someter a una moción de confianza, no por Podemos, sino porque la ciudadanía merece que continúe o no».
En cualquier caso, ha sostenido que la decisión de romper el pacto la han tomado Llorente, García Molina y la dirección del partido en Castilla-La Mancha «con el apoyo de la dirección a nivel estatal» y ha justificado que no se haya consultado a la ciudadanía porque no recogen los estatutos preguntar sobre un acuerdo de investidura, aunque sí se hizo para que saliera adelante.
Sin embargo, ha afirmado que la decisión cuenta con el apoyo de los círculos y «lo que es más importante, de los movimientos sociales» entre los que, según ha dicho, «había un clamor en que no se notaba nada que las políticas de Castilla-La Mancha hubieran cambiado».