La karateka talaverana Sandra Sánchez compite este fin de semana en el Campeonato Iberoamericano de Braga (Portugal), en el mejor momento de su carrera. Va como un tiro. Viene de ganar el Europeo, los Juegos Europeos y la Liga Mundial, por eso espera repetir triunfo en el torneo Iberomericano: «Espero que no haya problemas», comenta.
Y del 25 al 30 de octubre forma parte de la Selección que luchará por una medalla en el Mundial. Ella va a por el oro. El mejor momento de su carrera le ha llegado en plena madurez (tiene 35 años). De su actuación en el Mundial depende que vuelva a España, ya que vive y trabaja desde hace dos años en Dubai. De momento, reconoce que está viviendo «un sueño».
¿Se imaginan a ustedes a un futbolista que lo haya ganado casi todo y que no pare de reír, que sea muy simpático? ¿Es difícil, no?
Pues no hace falta imaginarse a la karateka Sandra Sánchez de esa manera, porque ella es así. La talaverana es un caso ejemplar de triunfo tardío. A sus 35 años flota en la máxima gloria deportiva, en el sueño más alto. Acude al Campeonato Iberoamericano (que ya ha ganado) de este fin de semana tras haberlo ganado todo: el Europeo, los Juegos Europeos y la Liga Mundial.
«Que siga así», comenta antes de reír. Al Iberoamericano, que se celebra en la localidad portuguesa de Braga, va a por todas, claro: «Espero que no haya problemas», mientras que al Mundial acude «con todas las ganas del mundo y a por el oro»
Sandra empezó a practicar el kárate con cuatro años. Recuerda cómo quería hacer lo mismo que su hermano; por el contrario, su padre pretendía que hiciese algo «más femenino», como bailar. Ella dijo que no. Se cogió una pataleta. El padre esperaba que se le pasase a la semana, pero ella no dio su pataleta a torcer. Afortunadamente para el deporte español.
¿Cómo es que los grandes éxitos le han llegado tan tarde? Ella misma no lo sabe. Dice que solo hace dos años que entró en la Selección, ya que antes solo lograba quedar en los primeros puestos, pero no la primera. «Algunos me decían que era mayor, que lo dejase… no les escuché», afirma. Gracias a ello ahora vive «un sueño». «Sí», prosigue, «mi caso puede ilustrar que con trabajo y esfuerzo, al final se puede conseguir, a mis alumnos y alumnas les digo ¡si aún os quedan muchos años…!»
De su actuación en el Mundial de Linz (Austria, del 25 al 30 de octubre) puede depender que siga viviendo y trabajando en Dubai o vuelva a España. Admite que la falta de apoyo institucional ayudó a que tuviera que irse con su marido a dicho país, ella a trabajar en la sección de kárate del club Alahli, de primer nivel de aquel país. Las expectativas de Sandra crecen teniendo en cuenta que el kárate ya es deporte olímpico.
De su vida en Dubau Sandra echa de menos sobre todo la vida en la calle. Y es que hace tanto calor que «la vida se limita en ir del coche al centro comercial», resume. Allí en verano la temperatura llega a los 50 grados, y no baja de 25 ¡en invierno!. No ha tenido problema de adaptación por ser mujer. «Es una sociedad intercultural, con muchos extranjeros, por eso si mantienes el respeto en el vestir, no hay problemas, yo no tengo que usar velo», explica. Aún deben tomar la decisión de seguir un año más o volver a España. «Estamos en una especie de limbo, veremos tras el Mundial, a final de mes lo tendré más claro, concreta.
La campeona talaverana admite que actualmente España es la primera potencial mundial en kárate, en su modalidad, kata (exhibición, no combate), no en balde ella es que el también español Damián Quintero ganó la Liga Mundial masculina. «Hay muy buena cantera, los cadetes, júnior y sub 21 vuelven con medallas de los Mundiales», constata.
Sandra Sánchez, durante la Premie League de Estambul.