Fueron 600 adolescentes y jóvenes de la diócesis de Toledo que peregrinaron hasta el monasterio de la Virgen de Guadalupe. La primera etapa comenzó el viernes 14 y tras ser saludados por el arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, comenzaron a caminar hasta el pueblo de Alía.
También iba una nutrida representación de jóvenes de la Fundación Madre de la Esperanza, de Talavera; y por primera vez participaron un grupo de los programas de formación y empleo de Cáritas de Toledo.
El sábado 15 fue la segunda y definitiva etapa, desde Alía hasta Guadalupe, «donde hubo tiempo para reflexionar, bailar, conocerse, rezar, hacere selfies y compartir la experiencia de ser peregrinos. Acompañados por una treintena de sacerdotes, diáconos y seminaristas, junto a un gran número de voluntarios, los jóvenes llegaron a Guadalupe para encontrarse con la Virgen.
Peregrinación que finalizó el domingo 16 con una Misa presidida por el arzobispo y con la actuación de los grupos «Siete días» y «Naím».