Tiene 41 años, se llama Francisco Martínez Arroyo, Paco para casi todos, y es el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha.
Entres sus aficiones, los deportes, en especial el tenis; y desde pequeñito «hacer puzzles, empecé con mi padre y hemos hecho algunos de hasta 10.000 piezas. He seguido con la afición porque me relaja mucho; la cocina también, hacer dulces, bollos…».
Ingeniero Agrónomo, estudió en la Universidad Politécnica y después aprobó las oposiciones del Estado. «He tenido puestos en el Ministerio de Agricultura, sobre todo con el Desarrollo Rural; he estado en la representación permanente de España en la Unión Europea, en Bruselas; fui director general y ahora consejero…».
Ahí le tienen…
Recuerda el día que le intentaron robar la cartera y él se revolvió; le encantaría echarse un bailecito con la consejera de Fomento, Elena de la Cruz; y de la primera vez que hizo el amor recuerda que…
Mejor que sigan leyendo ustedes la Entrevista Irreverente de encastillalamancha.es.
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¿Ha cogido tomates, ha sembrado patatas o ha hecho algo similar?
¡Buffff…! Coger patatas y tomates, no, pero ehhhhhhhh… He recogido aceitunas, he vendimiado, en fin… Cosas relacionadas con el campo. Eso es un bagaje que hace, probablemente, que hoy esté aquí.
¿Es duro recoger aceitunas y vendimiar?
Vamos a ver… Las dos cosas son muy duras, sobre todo para el que se dedica profesionalmente, para el que vive de eso. Y yo lo diferencio del que lo tiene como un hobby, como una alternativa secundaria. Nosotros queremos apoyar en el día a día al que vive de eso. Es una actividad dura que necesita del apoyo de la administración y de todos.
¿Usted es más de campo que las amapolas o…?
No. Los que son más de campo que las amapolas son los agricultores. Y yo tengo mucho respeto por los agricultores, por los ganaderos… Por los que se dedican realmente a esto. Me gusta mucho el campo, soy un apasionado del campo no solo en su vertiente agrícola y ganadera, sino también en la vertiente rural, de los espacios naturales. Me gusta el campo probablemente más que la ciudad, pero no soy más de campo que las amapolas.
¿Y un cocinillas?
Me gusta cocinar, sí. Es una actividad que me relaja y hace que piense en otra cosa. Los fines de semana, si puedo, le dedico un tiempo a la cocina.
¿Un plato que haga?
Uno que además se me da muy bien, que es un arroz caldoso que lo puedo hacer con pollo, con almejas, con calamares… Ja, ja, ja… No quiero parecer aquí un presuntuoso, pero bueno, ese arroz se me da bien o al menos eso dicen lo que se lo comen.
¡En la visita que hizo a Farcama sus asesores directos no le dejaron ni acercarse a los stands de las navajas…!
Ja, ja, ja… Estás bien informado, sí… Estuvimos sobre todo con la industria agroalimentaria artesanal, que había muchos puestos y de gente innovadora. Es verdad que no nos acercamos a los puestos de las navajas, el año pasado sí, me regalaron una navaja y…
Sí, sí… Cuente…
Pues que mi falta de pericia hizo que me cortara el dedo meñique de la mano izquierda. La navaja no cerraba, la navaja no cerraba, la navaja seguía sin cerrar y…
¡Y usted a lo bruto!
Y yo a lo bruto. Ja, ja, ja… Y la cerré contra el dedo meñique. Me llevé por delante el ligamento, la cápsula del hueso y parte de los nervios… Estaba en mi casa, fue un accidente doméstico, pero hoy ya no se nota.
¿Ha vuelto a coger una navaja?
Sí, con más cuidado, pero por prudencia no fui a visitar los stands de las navajas en Farcama. Ja, ja, ja…
Me cuentan que es, poco más o menos, el Rafa Nadal de su pueblo, La Solana (Ciudad Real)… Ja, ja, ja…
¡Huy, el Rafa Nadal…! Ja, ja, ja… ¡Joerrrr…! Bueno, me gusta mucho el tenis aunque ahora juego poco, mucho menos de lo que me gustaría. He perdido mucha capacidad, sobre todo en este último año y medio (desde que es consejero) no he jugado prácticamente nada. Pero sí, me gusta, el deporte me ayuda a relajar y a cambiar el estado de ánimo muchas veces.
Hay un compañero suyo en el Consejo de Gobierno, dicen las malas lenguas que el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, que le insiste una y otra vez en que no hable tanto en los Plenos de las Cortes regionales porque usted se cree que va a convencer a la oposición con sus argumentos pero que en realidad la oposición ya va con su discurso predeterminado y no lo va a cambiar diga usted lo que les diga…
Eso me interesa… Ja, ja, ja… ¡Muchos me dicen que hablo mucho! Y yo estoy completamente en desacuerdo con esa… Ja, ja, ja… ¡Con esa afirmación! Yo hablo mucho porque muchas veces hay que hablar mucho para explicar las cosas y es difícil explicar las cosas de la agricultura, del medio ambiente… ¡Porque son farragosas, no son fáciles! No digo que otros temas sean menos difíciles de explicar, pero estos no son fáciles. Y la oposición muchas veces se empeña en decir cosas que no son. Es verdad que por amor propio muchas veces me empeño en convencer a todo el mundo, es mi forma de ser desde siempre, y lo hago con la oposición. Es verdad, y en eso tienen razón, que con determinadas personas muchas veces es infructuoso el esfuerzo, pero bueno…
Entonces el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas es quien más se lo dice…
Suele decirme esto, sí, ¡pero me lo suelen decir todos! Quizás el consejero de Hacienda es más incisivo con los comentarios, sí…
Y hay una consejera que siempre le defiende a usted y dice: «¡¡¡No os metáis con mi Paco!!!».
¡Efectivamente, joerrr… Te veo informadísimo! Ja, ja, ja… Sí, sí… La consejera de Fomento (Elena de la Cruz) me tiene un cariño especial, yo también a ella, y sí, sí… Es verdad. Se crean grupitos como de discusión, siempre en broma y de buen rollo, y ella siempre me defiende. No me puedo quejar de la consejera de Fomento.
¿Cuál es la mentira más grande que ha contado la oposición sobre sus temas? Si es que ha contado alguna, claro…
Que los culpables de lo que pasa en Castilla-La Mancha con la agricultura ecológica son el Gobierno actual, el presidente y particularmente el consejero. Cuando el problema lo creó el Gobierno anterior del PP con una convocatoria que sacó en marzo de 2015, antes de las elecciones, y que no puso los fondos suficientes para hacer frente a las demandas de los agricultores ecológicos de Castilla-La Mancha. Nosotros hemos hecho lo contrario, arreglar lo que ellos crearon. Siguen insistiendo permanentemente en que son los defensores de la agricultura ecológica, pero evidentemente eso no es cierto.
¿Ficharía a Lola Merino, portavoz en materia de agricultura del PP en las Cortes regionales, para su equipo?
¡Pues no, no la ficharía! ¡No la ficharía! Yo mantengo una buena relación con ella porque la mantengo con todos los diputados, lo intento al menos, me esfuerzo en que haya siempre puentes de diálogo, pero no la ficharía. Y creo que ella tiene una posición difícil al ser diputada del PP además de presidenta de una asociación de mujeres, miembro del Comité Ejecutivo de Asaja… Creo que no son puestos compatibles y yo en mi equipo no tendría a una persona con tantos puestos y con tantas vinculaciones con el sector agrario y con el mundo rural.
Deme una solución para el amianto en Toledo…
La solución ya la han dado los técnicos, que es el sellado. Es una de las alternativas que existían y lo que hay que hacer ahora es ejecutar ese sellado. Hemos trabajado bien en la Comisión Técnica con el Ayuntamiento de Toledo y con la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) y ahora nos sentaremos para ver cómo se resuelve el problema. El ayuntamiento tiene mucho que decir porque es un problema que tiene Toledo y nosotros lo tenemos que hablar con el ayuntamiento.
¿El sellado lo paga la Junta?
Bueno, yo creo que la cuestión de quién paga es poco trascendente porque en definitiva sale de los impuestos de los ciudadanos. Éste es realmente el problema, que estas cosas tengan que salir de los impuestos de los ciudadanos. Al final, los que deben pagar son los particulares. Nosotros hemos comenzado los expedientes administrativos para sancionar a los particulares que no han retirado o buscado una solución para el amianto que tienen acumulado en sus parcelas porque es un problema de ellos. La administración es la que tiene que resolver el problema de forma subsidiaria, pero tiene que repercutir los costes en los propietarios. Es decir, lo hagamos nosotros, lo haga el ayuntamiento… En todo caso los costes se deben repercutir a los propietarios. Pero no debemos entrar en un debate sobre quién paga o quién no paga.
Pero entonces… ¿Quién va a pagar?
En este momento estamos en ello. Nosotros entendemos que el ayuntamiento tiene que hacer frente a su responsabilidad como institución, como administración que en su momento tomó la decisión de que allí se pudiera acumular este residuo. Evidentemente no es el equipo actual, pero esta decisión se tomó hace unos años. Y por lo tanto tenemos que asumir una responsabilidad conjunta. Nos pondremos de acuerdo, de eso estoy convencido, porque tenemos una excelente relación y tanto el Gobierno regional como el ayuntamiento queremos resolver el problema de los ciudadanos. Pero sí tengo que recalcar que es un problema que lleva vigente desde hace mucho tiempo y que por primera vez vamos a ser capaces de resolverlo porque ha habido un compromiso real, fundamentalmente por parte del Gobierno regional por resolverlo. Desde el primer momento nos hemos puesto manos a la obra para resolver un problema que los ciudadanos demandaban.
Le recuerdo que hace unos días la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, dijo que pagaría la Junta…
La alcaldesa dijo que pagaría la Junta y yo me reuniré con la alcaldesa para ver quién paga. Ja, ja, ja…
¿Qué tal se lleva con los Agentes Medioambientales? Porque están cabreados…
Bueno, es un colectivo importante en la consejería, ellos son funcionarios, yo se lo digo siempre que me reúno con ellos porque me he reunido con ellos más que con cualquier otro colectivo de funcionarios de la administración, y me he reunido con ellos para hablar de muchas cosas: de los problemas del medio ambiente y también de los problemas del colectivo. Es un colectivo reivindicativo que ha sufrido años de abandono por parte del Gobierno del PP, el cambio de Gobierno ha significado un cambio en la relación con este cuerpo, evidentemente ellos consideran que hay cosas que hay que mejorar, yo comparto con ellos esa reflexión pero la situación es la que es y tenemos que trabajar para mejorar la situación de los agentes medioambientales pero también de los otros colectivos de funcionarios que también lo están pasando mal.
Los Agentes Medioambientales dicen que les presentan propuestas sin coste económico, pero que solucionarían problemas, y que poco menos que no les hacen ni caso…
No, yo me he reunido con los representantes sindicales de los Agentes Medioambientales en dos ocasiones, también con el presidente de la asociación, cada vez que recorro el territorio de Castilla-La Mancha me reúno con agentes que están en los pueblos, en los centros de interpretación, trabajando con los agricultores… Siempre tengo buenas sensaciones y lo que tenemos que hacer es buscar las mejores soluciones desde todos los puntos de vista, no solo del de los agentes, también desde la perspectiva de la administración, de los ciudadanos… Una propuesta que ellos han hecho, que existiera una ley del cuerpo de agentes medioambientales. Ha tenido una respuesta positiva por parte de la administración, pero las cosas llevan su tiempo, hay que empezar a trabajar en ese tema pero tenemos otros temas que nos exigen una atención más prioritaria en estos momentos, ellos lo saben, tienen que entenderlo, y desde luego saben que tienen mi mano tendida. Independientemente de eso siempre habrá críticas, siempre habrá algunos agentes medioambientales que opinen que no se está haciendo todo lo posible.
¿Es así? ¿No están haciendo todo lo posible?
Yo creo que estamos haciendo todo lo posible, con muy buena voluntad, con mucha ilusión porque los Agentes Medioambientales se sientan parte del trabajo diario de la consejería en materia de medio ambiente.
¿Cuenta con ellos?
¡Cuento totalmente con ellos, claro! Estamos hablando de 500 personas gracias a las cuales podemos preservar el medio ambiente que tenemos en Castilla-La Mancha. La realidad de un agente medioambiental es que es el que está en el territorio, el que realmente ve lo que sucede.
Se quejan de que no los llamaron para intervenir en los incendios de Seseña (Toledo) y Chiloeches (Guadalajara)…
Se les llamó en ambos casos, lo que ocurre es que los Agentes Medioambientales tienen una función y la extinción de los incendios forestales se coordina a través de la empresa pública Geacam. Lo tenemos estructurado así. Estuvieron presentes en ambos incendios, ha habido discrepancias si se les llamó antes o después, creo que no son debates relevantes, ellos tienen mucha tarea, ¡también en la extinción de los incendios!, pero la extinción de los incendios la tenemos encargada a la empresa pública Geacam.
Habla italiano, inglés, francés… ¿Algo más? ¿El idioma del campo, por ejemplo?
Pues mira, más que esos idiomas, que además los tengo muy olvidados, lo que hablo es el idioma del campo, sí. Me siento muy a gusto hablando con los agricultores, con la gente que está en los pueblos, es donde más aprendo y donde mejor me siento. Y creo que ellos perciben que me siento a gusto, valoro mucho esa sensación que tengo cuando hablo con ellos de estar de igual a igual, de que ellos me consideren como una persona que les entiende. Probablemente es lo más gratificante que he tenido durante este año y medio de consejero.
Oiga, y el presidente, Emiliano García-Page, ¿es muy tocapelotas con sus consejeros?
Pues yo no puedo decir eso. A mí me trata… ¡Fenomenal! Es más, me da incluso un poco de vergüenza cuando me elogia en público, que me elogia mucho, y se lo digo luego: ¡No digas estas cosas que me da vergüenza, me pongo rojo! No, no lo es, tiene las ideas muy claras, sabe qué es lo importante, sabe en lo que tiene que entrar un presidente, qué debe llevar un consejero directamente y yo solo puedo decir cosas positivas respecto al presidente, que fue quien me dio la confianza hace año y medio y que todavía hoy no me la ha quitado, con lo cual se supone que las cosas van bien, que él está contento y yo, desde luego, estoy muy feliz de formar parte del Gobierno de Castilla-La Mancha.
¿Quién fue su primer amor y a qué edad?
Ehhhhhhh… Ja, ja, ja… Yo sí lo recuerdo, la verdad, no sé si… ¡Ella a lo mejor no porque no fue…! A ver si digo la palabra exacta. ¡No fue correspondido! Ja, ja, ja… ¡Pero para mí fue mi primer amor! Muy jovencito, con 13 años, recuerdo además el momento en el que se produjo ese enamoramiento por mi parte en un viaje, un mes que estuve estudiando en una ciudad inglesa, y bueno… Yo me enamoré y ella no me correspondió, era una chica española que venía con nosotros… Ja, ja, ja… Hace 20 años que no la veo pero más o menos la tengo situada, pero es que estas cosas… La vida pasa…
¿Le han dado muchas calabazas amorosas?
Pues alguna me han dado… Recuerdo alguna también muy significativa, que me llevó un tiempo de recuperación… Pero bueno, era también muy joven, 18 años. Eso es parte del juego, hay que valorar las calabazas positivamente.
¿Era muy lanzado?
Pues no lo era especialmente para estas cosas del amor, pero alguna más me dieron… Esta última la recuerdo mucho porque yo insistí, soy muy cabezota…
¡Fue un cansino!
Fui muy cansino, ésa es probablemente la palabra.
¿Usted hubiera dado la orden de matar a Bin Laden?
Ufff… Es una decisión muy difícil. No me veo dando la orden de matar a nadie, ni a Bin Laden ni a nadie más. Entiendo que fue una decisión difícil, entiendo que quienes la tomaron estaban condicionados por muchas cosas, no solamente por ese momento sino por otros acontecimientos en diferentes lugares del planeta, pero en la vida no es bueno dar la orden de matar a nadie.
¿Alguna fobia confesable?
No soy de fobias, diría que soy más de filias. Pero, por ejemplo, me da cierto miedo o vértigo tirarme en paracaídas o hacer puenting, ese tipo de cosas… No lo he hecho ni lo voy a hacer, no me llama en absoluto, incluso me cuesta entender a la gente que disfruta haciendo eso porque me da la sensación de que ponen en riesgo su vida, y a mí me parece que no merece la pena por esa adrenalina.
¿Es partidario de que las parejas de homosexuales adopten niños?
Es una cuestión, en la sociedad de hoy, sin discusión. Desde luego, para mí no la tiene, y una familia de dos hombres o dos mujeres es un modelo de familia igual de válido que cualquier otro.
¿Alguna anécdota en un viaje?
Pues mira, estuvimos hace unos meses con los presidentes y los secretarios de las organizaciones agrarias en Bruselas, fue un viaje muy agradable porque estrechamos lazos, dedico mucha parte de mi trabajo a la interlocución con ellos, y aquel viaje fue una experiencia adicional, de conocernos más… Compartimos la reunión que tuvimos con el director general de Desarrollo Rural de la Comisión Europea, y no sabíamos que la reunión iba a ser en inglés. Yo hablé, y los presidentes y secretarios de las organizaciones agrarias escucharon pacientemente, pero al término de la reunión me dijeron: ¡No nos hemos enterado de nada! Ja, ja, ja… ¡Resúmenos la reunión! Pensábamos que iba a haber traducción y bueno… Pero estuvieron muy bien.
¿Algo desconocido de Francisco Martínez Arroyo que nos sorprendería?
Es difícil que tenga algo desconocido con el ritmo de vida que llevo…
Sea sincero, ¿qué piensa de los periodistas?
Pues, ehhhhh… Para mí era un mundo, no voy a decir que desconocido, pero lejano antes de ser consejero; ahora es un mundo muy cercano y muy conocido, sobre todo por la relación que hay entre la política y el periodismo que de alguna manera nosotros necesitamos hacer cosas para mejorar la vida de los ciudadanos, pero si no somos capaces de contarlo no estamos consiguiendo el objetivo que se debe tener desde la perspectiva de un político. ¿Qué son los periodistas? Una herramienta imprescindible en mi trabajo y creo que el colectivo hace un esfuerzo grande en tiempos difíciles.
¿Cuál fue su primer sueldo?
El primer ingreso que yo tuve fue dando clases particulares de Matemáticas, Física y Químicas, Ciencias… Y no se puede considerar un sueldo, pero ganaba mi dinerillo. Me dediqué mucho tiempo a ello y el sueldo era en pesetas. No me acuerdo cuánto era, pero me daba para gastármelo con los amigos por la noche.
¿Alguna vez ha cobrado en B?
En esa ocasión, dando clases. ¡Pero nunca más, que quede claro que nunca más! Dando esas clases, que casi no es posible cobrarlas en A. No ha habido otro momento, ni siquiera que yo haya pagado nada en B. Y ha sido motivo eso de cachondeo de mi familia y amigos, pero en eso he sido muy estricto.
¿Tiene algún tatuaje o piercing?
Pues no llevo nada en el cuerpo, hoy ni reloj. No me gustan, no me motiva nada, no le veo el interés… Incluso ni la estética tampoco. Veo tatuajes y no me parece siquiera estéticos.
En caso de necesidad, ¿qué estaría dispuesto a hacer? Uno, robar para comer; dos, prostituirse para comer; o tres, engañar a Hacienda.
Uffff… Intentaría buscar una alternativa a esas tres…
No existe esa alternativa…
Si no existe, no existe… Pues probablemente robaría para comer, me parece lo más directo, porque la cuestión sería comer. Y para comer, robando, no hace falta el dinero.
¿Le gusta bailar?
Pues no soy yo muy bailongo, la verdad. No es una de mis habilidades…
Vamos, que es muy patoso bailando…
Sí. Digamos que ahora, en este momento de mi vida, bailo si estoy en un evento social tipo boda. Y lo hago con dificultad. El otro día, por cierto, tuve que bailar porque el alcalde de Tarancón (Cuenca), José Manuel López Carrizo, me puso en un compromiso en las fiestas de su pueblo, estuve bailando unos pasodobles con la Reina de las fiestas… ¡Y fue duro! Pero bailé, bailé… Pero bueno, no nos pisamos… Ja, ja, ja…
¿Con quién le gustaría echarse un bailecito?
Con una mujer que supiera bailar, eso seguro… Pues mira, con la consejera de Fomento, porque me defiende mucho y además la tengo mucho aprecio. Y estoy convencido, no lo sé, seguro que tengo la oportunidad de comprobarlo en el futuro, de que baila bien. ¡Y seguramente me ayudaría! Ja, ja, ja… Y un matiz: ¡también bailaría con cualquiera de mis compañeras de Gobierno! Porque estoy convendido de que cualquiera de ellas baila mejor que yo.
¿Pena de muerte sí o no?
No, en ningún caso.
¿Ha robado alguna vez?
La palabra robar… He sustraído de pequeño alguna golosina en una tienda de bazar. No está bien, no es buen ejemplo, no hay que hacerlo, pero reconozco que lo hice. Y de mayorcito, nada.
Y a usted, ¿le han robado?
Sí, sí… Intentaron robarme la cartera pero no lo consiguieron. En una calle de Madrid. La llevaba en el pantalón, detrás, intentaron meterme la mano y yo me revolví, me enfrenté…
¡Coño!
No sé si hice bien o no, pero me enfrenté y no me la robaron. Fue hace muchísimo tiempo, unos 20 años. Era uno, me di la vuelta e hice como que iba a por él… ¡Salió corriendo! No sé si fue una imprudencia por mi parte, pero así lo hice.
El consejero Superman…
No creo, no creo… Ja, ja, ja… No tanto, no tanto… Seguramente hubiera salido perdiendo si él se hubiera enfrentado, pero salió corriendo.
¿La famosa que más le atrae físicamente?
A lo mejor ya está un poquito pasada de moda, pero… A mí la famosa que más me ha atraído siempre es Emma Suárez. Me encanta esa mujer, me encanta su cara y me enamoró hace muchos años con la película «Vacas», de Julio Médem, y la he seguido hasta ahora…
¿Qué nos puede contar de la primera vez que hizo el amor?
Ja, ja, ja… La primera vez que hice el amor… ¡Que fue en la playa! Lo cual pues tiene su cosa buena… Ja, ja, ja… ¡Lo que acabo de decir! ¡Es que fue en la playa! Y queeeeeeee… ¡Y que estuvo bien, tengo un buen recuerdo de la experiencia! Hace ya mucho tiempo, no era yo excesivamente joven, debería tener 18 ó 19 años…
¿En qué playa?
En Valencia, en el Levante… Fue con esa edad aproximadamente, ¡con 20 años puede ser! o sea que ya era talludito, ¿eh? Ja, ja, ja… En fin… Creo que fue una buena experiencia.