Gabriel González Mejías se ha ganado por el poder del voto la responsabilidad de gobernar y liderar la Agrupación Municipal del PSOE de Toledo. Le doy mi ¡enhorabuena! Y escribo una reflexión a modo de coda a mi anterior artículo sobre liderazgo publicado en este mismo medio.
Es evidente que andamos escasos de buenos líderes. No sé si es que no se lo proponen o es que vivimos en la mediocridad. Solo dos cosas son absolutamente necesarias para que podamos decir de alguien que es un buen líder.
La primera es que el buen líder conoce exactamente aquello que es importante y que vale la pena hacer.
La segunda es que el buen líder está interesado en que sus seguidores conozcan aquello que es importante y que vale la pena hacer.
El liderazgo es un arte que debe hacer posible que los seguidores tengan el mismo interés del líder y trabajen voluntariamente por él. (Esto ocurrió con Obama en su campaña para la elección presidencial, por ejemplo).
Los líderes tienen que hacer realidad sus sueños y el sueño de los demás. Este es el verdadero arte del liderazgo.
El líder tiene que ser tan creativo como un artista.
Decía un sabio: «Hay momentos en nuestras vidas, instantes en nuestros días, en los que vemos más allá de lo usual. Nos volvemos clarividentes y alcanzamos la realidad. Esos son los momentos de mayor felicidad y sabiduría. Está en la naturaleza de todos los hombres tener esos momentos pero, bajo las condiciones en las que vivimos, sólo unos pocos los sostienen y hallan en ellos su expresión».
Los líderes deben aprender a escuchar su voz interior, que no siempre es lógica, que no siempre es pasional y que siempre debe ser ética.
Crear una visión no es un ejercicio puramente racional: es un acto de inspiración.
Todo líder tiene que tener la aspiración y el deseo de construir una realidad superior a la que actualmente existe.
Pues eso. A ver si Gabriel González Mejías, Gabri, se envuelve en esta bandera, se adorne con estas condiciones y es el líder autónomo e independiente, con ideas propias, que el PSOE toledano necesita. Por lo menos una base tiene: por sus venas corre sangre de Los Navalucillos y los brujos sabemos el valor que eso tiene.