El duelo en la zona baja se la clasificación se lo llevó el Liberbank Ciudad Encantada por la mínima (27-26) ante un Frigoríficos Morrazo que maquilló el resultado gracias al parcial de 0-3 que consiguió en el último minuto y medio del partido.
El encuentro reflejó la necesidad de ambos conjuntos en conseguir la victoria, con Leo Vial y Pedro Henriques siendo auténticos protagonistas en sus porterías. El primero con 15 paradas y el segundo con 16.
Faltó alegría en el juego de unos y otros y las defensas, casi siempre en 6-0, sujetaban claramente al ataque del rival. Los primeros 25 minutos reflejaron igualdad en el luminoso, llegándose con un 10-9 en la segunda ocasión en la que los locales se ponían por delante en el marcador, tras el 2-1.
La regularidad que mostraban ambos porteros bajo palos no se extendía al juego de sus equipos. En los últimos cinco minutos de la primera parte, el equipo de Cangas se mostró errático en el ataque y eso bastó para que los locales se marcharan al descanso con su máxima ventaja, 14-11.
Tras el paso por los vestuarios, el conjunto gallego volvió a mostrar dificultades en su ataque, con falta de lanzamiento exterior, lo que unido a la actuación de Leo Vial permitió al Liberbank ir aumentando su ventaja.
A TRES MINUTOS PARA EL FINAL
Las buenas intervenciones en las porterías impedían que el marcador se estrechara, llegando con un claro 27-22 a menos de tres minutos para el final.
Entonces la serenidad y buen oficio que había mostrado el Liberbank Ciudad Encantada se estrelló ante Pedro Henriques y la velocidad y acierto no mostrada durante el partido apareció en el Frigoríficos Morrazo para conseguir un parcial de 0-4, tres de esos goles en el último minuto y medio, dejando el resultado muy ajustado y valioso de cara a un posible coeficiente particular.
El equipo gallego mostró su mejor cara cuando Muratovic y Potic tomaron la responsabilidad de lanzar de los nueve metros, cosa que ocurrió tras el ecuador de la segunda parte. Por su parte, el cuadro conquense terminó el partido con escasas fuerzas, algo lógico ya que algunos de sus jugadores importantes tienen molestias musculares y su brazo armado, Thiago Alves, fue expulsado a los 37 minutos.