La figura de la Virgen María manchada de sangre tanto en el rostro como en el pecho, y que en su brazo izquierdo sostiene al Niño Jesús decapitado, que los empleados encargados de la decoración del restaurante colocaron el viernes 28 por la noche en el mostrador del Mc Donald’s de Talavera para «celebrar» la fiesta de Halloween, ha provocado la indignación generalizada y motivó la retirada inmediata de la imagen en cuanto los propietarios de la franquicia en la ciudad de la cerámica se enteraron de lo que estaba sucediendo, ya que hasta el momento en el que fueron avisados eran ajenos a la colocación de la escultura, tal y como ha podido conocer encastillalamancha.es.
La voz de alarma la dio un cliente y a partir de ese momento la imagen comenzó a difundirse por la mensajería móvil.
Incluso uno de los propietarios se ha puesto en contacto hace unas horas con el vicario general de Talavera, a quien pidió las correspondientes disculpas y le explicó lo que había sucedido, añadiendo que la imagen se retiró en el mismo momento que se quejó uno de los clientes, incidiendo en que no habían querido ofender a nadie.
Benito Sagredo, uno de los propietarios del Mc Donald’s de Talavera, ha emitido un comunicado que publicamos íntegramente:
«EN NINGÚN CASO SE HA QUERIDO UTILIZAR LA IMAGEN RELIGIOSA DE LA VIRGEN Y EL NIÑO, POR LAS QUE TENEMOS EL MÁS ABSOLUTO DE LOS RESPETOS»
«En nombre mío y de todo el equipo del restaurante quiero pedir disculpas públicas.
La decoración que se expuso en el día de ayer en mi restaurante se retiró tan pronto como llegó a conocimiento de la dirección del centro.
La intención de los empleados encargados de decorar el restaurante ha sido muy desafortunada al entender que, por proceder de un cementerio, una figura deteriorada podía ser un detalle alegórico a los difuntos. Pero en ningún caso se ha querido utilizar la imagen religiosa de la Virgen y del Niño, por las que tenemos el más absoluto de los respetos y mi más particular devoción.
Realizadas todas las investigaciones pertinentes para tomar las justas medidas disciplinarias y evitar que nunca vuelva a repetirse ningún malentendido similar me gustaría transmitir que:
Un trabajador del restaurante, extrabajador de cementerios, es el dueño de la figura, la cual le fue entregada en su anterior trabajo por encontrarse deteriorada por el paso del tiempo y no ha sido manipulada voluntariamente.
Personalmente estoy realizando las gestiones para recuperar la figura lo antes posible y sufragar los arreglos necesarios para recuperarla.
Sinceramente, pido disculpas».