El equipo de gimnasia rítmica de la Asociación Síndrome de Down de Toledo acaba de cosechar una gran actuación en el reciente Campeonato de España: dos primeros puestos, dos segundo y uno tercero. Beatriz Caballero, Gema Aranda, Carlota Sanz, Paula Torrejón, Ana Sánchez, Andrea Bedoya y Elena Iglesias conforman un equipo muy unido que se entrena dos días a la semana bajo la dirección de las entrenadoras María García y Carolina Cucco. encastillalamancha.es visitó a unas jóvenes deportistas que tocan el cielo en cada uno de sus ejercicios para quien tiene la suerte de disfrutarlos.
En un pequeño pabellón polideportivo situado en el barrio de Buenavista, en Toledo, el del IES Carlos III, siete princesas, que conforman el equipo de la Asociación Síndrome de Down de Toledo, se someten, a veces obedientes, a veces pelín revoltosas, a las pacientes directices de una profesora de gimnasia rítimica, María García, todo calma, que gasta una dedicación vocacional en el transcurso de su clase.
Profesoras (son dos) y alumnas reciben a encastillalamancha.es con gran naturalidad, sobre todo las aplicadas gimnastas, cinco de las cuales acaban de obtener los mejores resultados en el Campeonato de España celebrado en Elche (Alicante): Beatriz Caballero y Gema Aranda, campeona y subcampeona en habilidades deportivas y categoría absoluta, respectivamente; Carlota Sanz, tercera júnior en habilidades deportivas; y Paula Torrejón y Ana Sánchez Medina, campeona y subcampeona en categoría adaptada júnior. Andrea Bedoya y Elena Iglesias completan el equipo. Todas ellas se erigieron en unas auténticas damas de Elche que encandilaron a familiares y enorgullecieron a la asociación.
Beatriz Caballero, una de las dos campeonas de España, admite en seguida que lo que más le gusta es «la piscina» (no en vano es subcampeona de España), al igual que su compañera Gema Aranda, tan espigada ella. Beatriz es toda decisión y empuje aplicados a la gimnasia, mientras que Elena Iglesias, que fue quinta en habilidades deportivas, es puro temperamento, tanto que hubo que sudar para que saliera a la palestra a fin de que mostrara sus habilidades. Andrea Bedoya completó la lista toledana de las gimnastas que asistieron a Elche, quedando cuarta en habilidades deportivas, en la categoría júnior.
Todas ellas contestan sin tapujos, con decisión, mostrando las ideas muy claras. Carlota Sanz, jovial, puro desenfado, comenta que le encanta «el flamenco» mientras mueve sus caderas como anticipo de lo que va a mostrar. María explica su regusto de la gimnasta por tradición familiar, no en vano tiene raíces andaluzas que le han metido el ritmo en el cuerpo.
La mejor manera de disfrutar con el trabajo de las chicas es asistir a una demostración, dirigida por María García. Así, al ritmo de la música, las princesas hacen que se visten de largo, despliegan sus alas y exhiben lo aprendido con los ojos en María y algunas, coquetas ellas, con uno más, que se sacan de la manga, puesto en la cámara fotográfica, como Beatriz.
Es la hora de que esta última muestre su decisión a ritmo de un tango de Astor Piazzolla, Carlota su flamenqueo desenfadado, Elena Iglesias su capacidad de desenfadarse (tras implicar a todo el personal) y Ana, Paula, Gema y Andrea sus respectivas habilidades.
Es la hora de observar el alto vuelo de estas princesas que, con balón o sin él -manos libres-, se distraen y se forman en un deporte que les sirve para «hacer equipo» con la ayuda de María García y Carolina Cucco, la otra profesora.
Entrenan dos días a la semana: los martes en el citado IES, y los viernes, en el pabellón de la Escuela de Gimnasia. Las dos profesoras cuentan con la ayuda de cuatro voluntarias, que se reparten la colaboración semanal. Las niñas tienen entre 11 y 14 años. En el Nacional de este año han sido siete las gimnastas del equipo de Asdownto que han competido; tres hubo en 2011.
María explica que ahora están preparando una actuación conjunta junto con dos gimnastas del toledano Club Venus antes de que inste a la fotógrafa a que haga una instantánea de grupo: «Vamos, chicas, todas juntas, hechas una piña, abrazadas», las exhorta. Entonces todas, obedientes, posan al grito al unísono de «¡Somos equipo!».
Un equipo de princesas cuyo vuelo no puede ser más alto y que se activa en cuanto la música sale a escena al tiempo que ellas, ángeles de un cielo cuyas nubes no tapan su fulgor.
PINCHE EN LA IMAGEN PARA VER LAS FOTOS