La Policía Nacional ha desarticulado a un grupo de origen búlgaro que se dedicaba a explotar a compatriotas en fincas agrícolas. Se les prometía un salario de 45 euros, pero luego por la «deuda» que habían sustraído con los explotadores se quedaba en tres euros. Cuatro personas han sido detenidas y seis personas liberadas en Villarobledo, Albacete, todos ellos de nacionalidad búlgara.
El paraíso prometido era una jornada de ocho horas con un salario de 45 euros, pero luego la realidad era bien distinta, ya que supuestamente estos inmigrantes tenían una deuda que crecía exponencialmente y tenían que pagar a sus explotadores absolutamente por todo.
La alarma saltó gracias a un ciudadano búlgaro que logró escapar de este grupo y puso en alerta al Agregado de Bulgaria en España y este a su vez a la Policía Nacional.
Muchos de los explotados tenían un trabajo en su país, pero los altos salarios que les prometían en España les hacía no pensarlo y venir hasta aquí. A cambio de su llegada, tenían que devolver a la organización el dinero que había pagado para costear el viaje, deuda que nunca se saldaba.
LES COBRABAN POR TODO: UN DÍA DE BAJA, 50 EUROS; EL TRASPORTE HASTA LA EXPLOTACIÓN, 5 EUROS
Los trabajadores cobraban cada quince días y, al ir a la sucursal bancaria eran acompañados por miembros de la organización que les sustraían el dinero nada más tenerlo en efectivo con la excusa de la deuda.
Las víctimas desconocían el importe total de la deuda que crecía constantemente, puesto que tenían que abonar gastos de alojamiento (unos 60 euros mensuales), el transporte diario hasta la explotación agrícola (5 euros diarios), la manutención (20 euros semanales), etc.
Con la excusa de regularizar su situación en España, la organización los retiraba la documentación para darlos de alta en la Oficina de Extranjería, trámites por los que debían pagar 90 euros, así como otros cuatro más por cada fotocopia. Los documentos originales se quedaban en poder de la organización. Si algún día no podían acudir a trabajar por estar enfermos, tenían que pagar una penalización de 50 euros que, del mismo modo que los conceptos anteriores, se acumulaba a la deuda inicial que resultaba casi impagable.
Un vez descontados todos esos gastos a los trabajadores no les quedaban más que tres euros y si se revelaban contra las condiciones de trabajo eran duramente golpeados.
HACINADOS EN UN CORTIJO DE VILLAROBLEDO EN CONDICIONES INHUMANAS
Las condiciones de alojamiento no eran mucho mejores. Vivían hacinados en un cortijo de Villarobledo (Albacete), donde dormían en literas y ni siquiera contaban con ropa de cama. Tampoco había agua caliente y si querían disponer de ella tenían que paga un suplemento.
La jornada de trabajo comenzaba a las 5 horas de la mañana y duraba hasta la 20 horas. No se les daban ni alimentos ni agua y los tenían que llevar ellos, pero aun así no contaban con tiempo de descanso para comer.
El operativo se ha saldado con la detención de cuatro personas de origen búlgaro por delitos de trata de seres humanos y contra los derechos de los trabajadores y la liberación de seis de sus víctimas.