Chelo y Alfonso, un matrimonio de jubilados toledanos, han recuperado todo el dinero que tenían colocado en preferentes y acciones de Bankia. La jueza les ha dado la razón y los 90.000 euros invertidos y casi 6.000 euros en intereses vuelven a estar en su cuenta. Aunque a punto estuvo de torcerse la historia, al juicio llegaron por los pelos…
Hace dos años encastillalamancha.es contaba la historia de Chelo Ariza Martínez y Alfonso Corrales Fernández, que se sentían estafados por su banco «de toda la vida», Bankia (nacido tras la fusión de Caja Madrid y Bancaja).
Tras un largo proceso, el dinero que invertieron en preferentes (60.000 euros) y en acciones (30.000) les ha sido devuelto «esta misma semana». Bankia ha tenido que pagar las costas judiciales, el dinero invertido e incluso los intereses generados durante todos estos años.
Iniciaron el proceso, junto con muchos otros preferentistas, en Adicae, pero decidieron llevar su caso en solitario y acudieron a un bufete madrileño para que lo llevara. Finalmente su proceso ha salido favorable para este matrimonio toledano y han podido recuperar «todo y con intereses».
LAS PRISAS EN EL JUICIO… ¡A PUNTO ESTUVIERON DE NO LLEGAR!
El día del juicio les ocurrió una anécdota que casi les hace no poder asistir al mismo. Tenían que ir a los juzgados de Plaza Castilla, en Madrid, pero no contaron con que allí hay dos juzgados y se confundieron. Cuando enmendaron su error llegaron ocho minutos tarde, «dos minutos más y se había suspendido el juicio», explica Corrales.
Una vez iniciada la vista judicial y, tras declarar tanto Chelo como Alfonso, uno de los puntos clave para la sentencia a favor fue que desde la entidad bancaria les llamaron dos veces para que metieran sus ahorros en preferentes. «¿De dónde voy a sacar yo los cuartos?», les dijo Alfonso, así que les ofrecieron una alternativa, cambiar los 60.000 euros que tenían en un producto de Telefónica (con una menor rentabilidad) para invertirlos en las ya famosas preferentes. Pero no eran como se las habían pintado.
A Alfonso y a Chelo, como a tantos otros preferentistas, les dijeron que esos productos iban a tener unos intereses muy altos, «del 4 o 5 por ciento», con los fondos «garantizados» y que podrían sacar su dinero cuando quisieran, lo cual no llegó a suceder.
No ocurría lo mismo con las acciones, Alfonso Corrales reconoce que «fue distinto», porque en este caso sí fue a preguntar a la entidad por este producto financiero. Tras las irregularidades en la salida bolsa de Bankia, la entidad ha devuelto el dinero de las acciones a los pequeños inversores, por lo que se les ha reintegrado el precio que pagaron y «algo más de 5.000 euros» de los intereses desde el 2011, fecha en la que las adquirieron.
No guarda rencor a la persona que le vendió estos productos, «pobrecita» comenta Alfonso, porque ella también fue engañada y toda su familia se vio afectada.
YA NO SE FÍA DE LOS BANCOS Y SE HAN COMPRADO UN COCHE
Después del periplo pasado por los juzgados ya no quieren saber de productos financieros, ahora prefieren tenerlo «en la cuenta corriente». Y como han visto que tener sus ahorros en el banco les ha traído dolores de cabeza, han decidido gastar parte en comprar un coche nuevo.
«Ahora cuando me pregunta ¿te lo pongo a plazo fijo?, les digo ¡ni se te ocurra!, yo en la cartillita y que lo pueda sacar cuando quiera». Cuando desde las entidades financieras les dicen que el dinero va a costar tenerlo en los bancos, Alfonso es tajante: «Pues lo meteré debajo de un ladrillo».