miércoles, 23 de octubre de 2024
Libros 16/11/2016junio 7th, 2017

Antonio Conde posa en el toledano puente de San Martín con su novela, «Sierra de sangre».

«Manuel Gutierrez Cuenca nunca había sido un muchacho fuerte ni se había destacado por una valentía…»


¿Alguna vez pensaron que llegaría a sus manos un libro que trataría el tema de los maquis en los Montes de Toledo como una novela policiaco-rural?

Esa novela existe desde hace poco, es obra de Antonio Conde y lleva el título de “Sierra de Sangre”.  El libro es una trama sobre el maquis en los Montes de Toledo, que se desarrolla entre los años 1945-46 y que trata el asunto como un lucha por la supervivencia en el medio rural, un mundo que el autor ama y conoce y sobre el que se ha documentado ampliamente tanto en una extensa bibliografía como en charlas con la población, incluidos guardias civiles, cabreros o leñadores de la zona, algunos de ellos testigos de la época…

UNA SITUACIÓN DRAMÁTICA CONTADA «SIN ANIMO REVISIONISTA»

El maquis toledano, contado “sin ánimo revisionista” y diferenciado del que se daba en el Norte de España o en zonas como el Valle de Arán en un libro que Antonio Conde aleja del concepto de novela histórica, “porque no lo es”. “…He intentado liberarlo de su innegable motivación ideológica, he recuperado la opinión de quienes vivieron esa parte de la Historia de forma directa y he sacado mis propias conclusiones de lo que creo que fue la dramática situación postbélica en las sierras de los Montes de Toledo, donde las verdaderas víctimas fueron sus habitantes”, dice el autor en el prólogo y ratifica en su conversación con encastillamancha.es.

LLEGAN LOS NUEVOS MANDOS DE LA GUARDIA CIVIL Y… ASÍ ES LA TRAMA

¿Qué cuenta la trama? “Una nueva estrategia frente al maquis, que se inicia con la llegada de nuevos mandos de la Guardia Civil. Ellos consideran que al maquis no se le va a vencer solo con la fuerza o con más fuerza, sino que hay que tener más capacidad de minarlo desde dentro, fomentando la traición”. La historia recoge “esas conexiones, de cómo consigues entrar y lograr la traición y que te desvelen secretos, la dificultad de contactar desde los puestos de la Guardia Civil con gente que está aislada en el monte…”.

El autor no da su opinión en la novela y explica en su charla con encastillalamancha.es que hay reparto de “protagonismo tanto del maquis como de la Guardia Civil, se van entremezclando los capítulos desde un lado y de otro, cómo lo cuenta uno y otro, lo que les va pasando y las preocupaciones, tanto en la lucha contra el maquis como contra la Guardia Civil… Digamos que son turnos paralelos con conexiones puntales”, explica Conde.

“No traslado mi opinión, sino que trato de ambientar un fenómeno y hacerlo de forma sincera”, explica el autor de “Sierra de sangre” a este periódico. Y en el prólogo profundiza sobre ello: “Intento ambientar una época y ser aséptico y creo que doy para todos; más que la idea mía lo que cuento es la idea que me han transmitido las gentes del campo con las que he tratado, lo que realmente ocurrió y les ocurrió, lo que me contaban unos y otros que les motivaba”

“UNA LUCHA POR LA SUPERVIVENCIA, MÁS QUE UNA LUCHA ANTIFRANQUISTA”

No da su opinión, pero la tiene. Y la comparte con nosotros: “¿Tomar partido? Yo tengo mi opinión de lo que ocurrió, que es que a mi juicio no se trataba tanto de una lucha antifranquista como de una lucha por la supervivencia. El maquis de este punto de España, los Montes de Toledo, no tiene nada que ver con la del Valle de Arán, por ejemplo”. Incluso el Partido Comunista que queja a veces de la poca actividad del maquis en actividades revolucionarias; decían: solo se dedican a sobrevivir”.

La geografía y el paisaje son un personaje más, nos cuenta, para que la novela transcurra por esos años 1945-46 “una época fundamental en el maquis” para conocer y comprender “por qué tiene un momento cumbre de éxito y por qué, inmediatamente cae, que es por motivos internacionales de falta de apoyo a un golpe contra Franco”.

“No fue tanto una lucha por una revolución sino la lucha por la supervivencia. Fue una lucha salvaje, la de la supervivencia pura y dura de los que estaban en el monte y la de los que querían acabar deprisa y corriendo con un problema de orden público que era tremenda. Y luego el gran drama de las personas que vivían en el campo y se encontraban entre ambos bandos”. Lo relata Antonio Conde mientras cuenta que además de la bibliografía consultada ha contado su conocimiento del medio rural como amante del campo y aficionado a la caza.

TESTIMONIOS DIRECTOS DE LO QUE ERA LA VIDA EN ESE MOMENTO”

“He tratado con mucha gente de campo, he deambulado mucho por ahí, he tenido testimonios directos de lo que era la vida en ese momento. He hablado con mucha gente, gente del campo, gente muy humilde: cabreros, leñadores… Me dicen que es lo que ellos vivían y que es la opinión que ellos tenían”.

Funcionario del Cuerpo Superior Jurídico de la Junta, licenciado en Derecho y poseedor de varios master en Derecho Urbanístico, especializado en diversos campos legislativos y ex director general de Economía, Competitividad y Comercio en el Gobierno de María Dolores de Cospedal, su reincorporación a la Función Pública le dejó más tiempo libre del que esperaba –mantiene un litigio con la Administración por no haber podido recuperar su plaza-.

TRES FOLIOS QUE HAN ACABADO EN NOVELA

Esa necesidad de  “ahogar energías”, mantener la actividad intelectual a la que estaba acostumbrado, además del deseo de hacer realidad el viejo anhelo de escribir le llevó a rescatar “tres folios” de su archivo personal, guardados bajo el título de “Lo que nunca acabaré”. Los revisó, escribió otros tres folios más y continuó dándole a la tecla hasta que llegó a tener dos capítulos… Entonces empezaron las dudas y las consultas a gente de confianza, fundamentalmente en su familia: “¿Qué hago, sigo o lo tiro a la basura?”. La respuesta de su entorno fue más que positiva y el resultado puede encontrarse ya editado y a la venta en la librería Gómez Menor de Toledo. Además, el autor prepara la presentación pública de la novela.

Seis meses para escribirla “porque la documentación ya la tenía” y la ayuda inestimable de su familia en cada paso, incluidas las correcciones y la portada, un montaje de tres fotografías: maquis, Guardia Civil y una mancha de sangre…

Consciente de la polémica que suscita todo lo relacionado con la Guerra Civil, el autor de Sierra de sangre” solo pide una cosa al lector que se acerque a ella: “Pido que lo juzguen como novela, no ha habido ningún ánimo revisionista”.

Contada la trama y expuesta la opinión del autor, es el momento de los lectores para “Sierra de Sangre”.

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