El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 de Toledo ha condenado al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) a pagar una indemnización de 61.644 euros al marido y los hijos de una paciente que falleció «a consecuencia de una defectuosa actuación del hospital Virgen de la Luz, en Cuenca, por el retraso en el diagnóstico y tratamiento de la meningitis que presentaba», tal y como ha informado la Asociación «El Defensor del Paciente», que ha sido quien ha llevado todos los trámites jurídicos de la familia afectada.
En la sentencia se afirma que la paciente, E.V.G., de 57 años, estaba de vacaciones de Semana Santa, en abril de 2010, en un pueblo de Cuenca y comenzó a presentar una grave sintomatología, padeciendo dolor, no hablaba, perdió movilida en las extremidades hasta terminar con pérdida de conciencia… La hija avisó al servicio de Emergencias «acudiendo una ambulancia sin profesional médico sanitario, pese a que la propia familia señaló en sus llamadas la alarma de la situación de su madre».
Por lo que, afirma el juez, «nos encontramos con un retraso injustificable en la prescripción y administración de tratamiento antibiótico a la paciente». Porque aunque se diagnosticó un shock séptico y se planteó que podría ser una meningoencefalitis, no se le dieron antibióticos hasta dos días después de su ingreso.
Tampoco se le realizó un TAC craneal para concretar actuaciones «pese a estar debidamente protocolizado hasta dos días después del ingreso. Todo ello originó un retraso en el diagnóstico y el tratamiento que provocó el agravamiento de la paciente y su fallecimiento tres días después «porque era sábado y domingo de Semana Santa. El TAC demostró que había una hemorragia subaracnoidea con edema cerebral difuso y colapso del sistema ventricular».
La Asociación «El Defensor del Paciente» considera que la indemnización «es insuficiente para el grave daño ocasionado a la familia. Queda probado la falta de personal cualificado en fechas festivas». La defensa de la familia ha sido dirigida por la abogada Carmen Fernández-Bravo.