El presidente de la SEPI, Ramón Aguirre, ha avanzado hoy que las obras de construcción del Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares, que se ubicará en Villar de Cañas (Cuenca), comenzarán «como mínimo» dentro de un año y medio, debido al largo proceso administrativo que requieren.
Aguirre ha explicado que entre un 60 y un 70 % de las obras serán ejecutadas por empresas de la SEPI, como Ensa o Tragsa.
Según el presidente del grupo público, se necesita cerca de un año y medio para lograr las licencias necesarias, que los proyectos de edificación tengan el visto bueno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), que se identifiquen las terrenos concretos y que se realicen las expropiaciones y se adjudiquen las obras.
Desde la Dirección de Ingeniería de Enresa se explicó hace un mes que las obras durarían cinco años y supondrían la creación, en una primera fase del proyecto, de entre 300 y 500 puestos de trabajo.
El ATC de Villar de Cañas está previsto que almacene unas 6.700 toneladas de combustible gastado, así como 2.000 metros cúbicos de residuos de media actividad procedentes del reproceso del combustible gastado de Vandellós I y del desmantelamiento de las centrales nucleares españolas.