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Toledo 28/11/2016junio 7th, 2017 - Toledo

“Lo que me ha dado de comer ha sido mi profesión y yo amo mi profesión, que me permitió ser lo que todo ciudadano sueña, alcalde de tu ciudad. Y yo tuve esa suerte. En el Congreso fui muy feliz, fui ponente de 8 leyes, todas de derecho privado… Como lo soy en el Consejo Consultivo, un órgano eminentemente jurídico. Pero donde política y socialmente me he realizado no cabe duda que es siendo alcalde. No cabe duda”. Son palabras de Joaquín Sánchez Garrido, el hombre que peleó por la declaración de Toledo como Ciudad Patrimonio de la Humanidad y tuvo la satisfacción de conseguirlo y presenciarlo un 26 de noviembre de 1986, en la sede de la Unesco en París. Era entonces alcalde de Toledo. Antes y después ha sido abogado y hoy, reuniendo la experiencia acumulada en sus facetas política y jurídica, es miembro del Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha.

Como alcalde encontró su mayor realización personal, confiesa, quizá porque la primera vez se fue a la cama pensando que no llegaría al cargo. Las conversaciones con el PCE de 1987 no habían fructificado y las partes se levantaron de la mesa la noche antes de la investidura sin acuerdo. Finalmente, los comunistas le dieron 2 de sus 3 votos y fue alcalde (1983-1987). Repitió años después (1991-1995) tras una legislatura en blanco por vicisitudes de la vida interna del PSOE y su tarea política continuó como diputado en las Cortes de Castilla-La Mancha y en el Congreso.


A punto de cumplir 74 años, Sánchez Garrido sigue acudiendo a su despacho, fundado hace más de 40 años en Toledo, en el casco histórico, la zona de la ciudad donde mejor se siente y en la que siempre ha trabajado, como alcalde y como letrado. Está en posesión de la Cruz de Honor de San Raimundo de Peñafort, que concede el Ministro de Justicia de España, una de las numerosas distinciones y condecoraciones que ha atesorado y entre las que se encuentran ser ciudadano de honor en varios lugares del mundo, miembro de Honor de la Asamblea Universal Sefardita o cónsul Honorario de la Orden de San Juan de Jerusalén.

Con Joaquín Sánchez Garrido hemos mantenido una entrevista en encastillalamancha.es.

“EL DIRECTOR GENERAL DE LA UNESCO DIJO QUE ERA UN HONOR QUE ESTUVIERA TOLEDO ENTRE LAS CIUDADES PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD”

¿Cómo fue? ¿Cómo era posible que en 1986 Toledo no tuviera aún la calificación de Ciudad Patrimonio de la Humanidad de la Unesco?

Las cosas no se consiguen si no las trabajas. Toledo es una ciudad impresionante, pero hay otras muchas ciudades en el mundo que también tienen monumentos impresionantes y todas quieren concurrir a ser Patrimonio de la Humanidad. Tomé conciencia de esto cuando me enteré de que había habido otras ciudades españolas, con mucho mérito por su puesto, que habían conseguido el título, como Santiago, Salamanca, Segovia y Ávila. Así que me puse en marcha en el año 84 (tomé posesión como alcalde en junio de 1983) y con la ayuda inestimable de los funcionarios del Ayuntamiento, de Blas, que era el secretario; Lucía Arroyo y sobre todo de Ignacio Álvarez Ahedo, que era el arquitecto municipal, empezamos a conformar un expediente. Lo siguiente era convencer al Ministerio de Cultura de que nosotros queríamos estar en la próxima tanda que se pudiera, porque el expediente es largo y las inspecciones del Icomos fueron numerosas. En el Ministerio conté con el apoyo importante de dos arquitectos Antón Capitel y Valcárcel y hablé con el ministro en su momento, porque quien presenta el expediente en la Unesco no es Toledo, era España.

¿Qué tal con el Icomos?

Es el organismo inspector de la Unesco y ahí me prestó mucha ayuda un alto funcionario del Consejo de Europa que se llamaba José María Ballester. El 18 de noviembre de 1986 aprobamos el Plan General de Ordenación Urbana y eso supuso que el Icomos tuvo que ver cómo lo tramitábamos para ver si cumplíamos con la protección de determinadas zonas. ¡Llevábamos 20 años sin Plan General! Todo aquello fue muy laborioso…

Y llegamos al 26 de noviembre…

Sí. Yo me fui el día antes a París en tren, salí de la estación de Chamartín y coincidí con Valcárcel y Capitel. Llegamos por la mañana, era una mañana fría, cogimos un taxi y nos pilló mucho tráfico… No se me olvidará… El taxista era argelino… Delante de nosotros, una pelea típica entre conductores… A mí que me gusta llegar con mucho tiempo lo estaba pasando fatal… En fin, que llegamos a la sede de la Unesco y el señor M´Bow (entonces director general de la Unesco), que era magnífico anunció la decisión, tuvo unas palabras hacia mí y luego dijo que era un honor para la Unesco que entre las ciudades patrimonio de la Humanidad estuviera Toledo.

A ti, ¿qué te dijo?

Pues algo agradable, bonito… El caso es que salimos de allí, nos fuimos a la embajada española (creo que el embajador era Miguel Ángel Carriedo) y estuvimos atendiendo a la prensa. Luego estuvimos en una cafetería con el embajador, comimos pasta y por la tarde me fui al aeropuerto Charles de Gaulle y me compré una botella de “Beaujolais”, que era un vino joven que estaba muy de moda y me vine feliz para casa.

“ME PUSE UN POCO BRAVO CON EL MINISTERIO, LES DIJE QUE TOLEDO TENÍA PEDIGRÍ SUFICIENTE Y QUE HABÍA QUE SACARLO”

¿Por qué estaba parado el expediente en el Ministerio de Cultura?

Nos decían que era muy complicado, pero no me daban explicaciones convincentes. Y yo les recordaba que Toledo tenía declarados varios Monumentos Históricos Nacionales desde el año 1941, teníamos pedigrí suficiente, me puse un poco bravo y les dije que teníamos que sacarlo para adelante. Digo que me puse bravo en el sentido de que estaba convencido de que defendíamos una cosa que era correcta.

“LA CONSEJERÍA DE CULTURA, QUE DIRIGIA BARREDA, NO ESTUVO FINA CON TOLEDO EN AQUELLOS MOMENTOS”

Entre las instituciones que intervinieron: la ciudad, la Junta, el Ministerio de Cultura y la Unesco, ¿quién lo puso más fácil y quién más difícil?

Honradamente, tengo que reconocer que rota la resistencia, hubo una colaboración importante por parte del Ministerio de Cultura y, fundamentalmente, el Ayuntamiento, que era lógico. En aquellos momentos la Consejería de Cultura no actuó fina… En aquellos momentos no me gustó en exceso… Pero recapacitando con los años, que ves las cosas con otra óptica, pues hay que tener en cuenta que se acababa de constituir en aquellos años la comunidad autónoma y había falta de rodaje burocráticos y político importante.

¿Quizá había demasiado provincianismo?

En aquellos momentos nadie sabía ni pronunciar siquiera la palabra consejero… algunos decían conserjes, consejero… Había una incultura autonómica importante, era lógico. Y en esta Consejería quizá sentían que perdían protagonismo frente a las ciudades…

¿No supieron ver que si Toledo, la capital de Castilla-La Mancha, era Ciudad Patrimonio de la Humanidad, se beneficiaría toda la región?

Claro… Claro… Beneficiaba a toda la región. Yo les decía que desde Grecia y Roma existían las polis y las civitas, no las autonomía… Tampoco quiero, al cabo de 30 años, embarrar algo tan bonito… Pero el caso es que, por lo que fuera o por falta de experiencia, pudo haber un poquito de abandono entre comillas.

En esa época el consejero de Cultura era José María Barreda y el presidente de la Junta José Bono…

Sí.

¿En quién estaba la resistencia que dices…?

Pepe Bono bastante tenia con lo que tenía, que era crear región. Yo ahí con el que tuve menos feeling fue con Barreda. Nunca he tenido feeeling con Barreda, pero con esto no quiero culparle, ¿eh…? ¡Que vamos a hacer! Las cosas son como son… A unos les caes mejor y a otros peor…

Supongo que con el tiempo Barreda tuvo claro que era necesario y positivo para todos ese título para Toledo…

También hay que tener en cuenta que Toledo había estado en el candelero porque queríamos la capitalidad de la región.

Que tampoco fue fácil de conseguir…

Que tampoco fue fácil. Porque también la quería Cuenca. Y volcarse mucho con Toledo parecía que sonaba en exceso… Yo eso con el tiempo lo he entendido mejor.

La leyenda regional dice que después de presidente de la Junta, el puesto institucional más relevante es el de alcalde de Toledo, por la proyección de la ciudad y todo lo que pasa en ella…

En aquella época, sí; honradamente creo que sí. Luego tuve la suerte de ser fundador y presidente de la primera Federación de Municipios y Provincias en Castilla-La Mancha.

“EL TÍTULO NOS HA DADO MUCHO, A TOLEDO LE HAN VENIDO MUCHAS INVERSIONES POR SER PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD”

¿Qué hubiera sido de Toledo sin el título de Ciudad Patrimonio de la Humanidad?

Vamos a ver… Lo digo muy sinceramente… A Toledo le han venido después muchas cosas, entre otras la creación del Consorcio, que lo hizo Agustín Conde, como elemento unificador de las inversiones para recuperar la ciudad histórica. Nos han venido las circunvalaciones, el AVE… Toledo es una ciudad desde la que sales y vas en autovía a cualquier sitio de España. Recuperamos las riberas del Tajo, que nos dieron 1.000 millones de los de entonces en Europa… ¿Qué ciudad de cercanías ha tenido AVE como nosotros? El título nos ha dado mucho.

Por cierto, una ciudad donde se deleitan los personajes más famosos e ilustres del mundo, desde premios Nobel a jefes de Estado pasando por famosos de Hollywood…

Sí. Yo tuve la gran suerte de ser un alcalde de la Transición y recuerdo que a los 10 días de ser alcalde, más o menos, me llamaron para decirme que venía el Rey con los Grandes Duques de Luxemburgo… ¡Me dio de todo! ¡Qué pinto yo, me decía! Porque claro, yo no soy de sangre azul ni desciendo de la pata del Cid… Ja, ja, ja… Lo digo en broma por esos toledanos que se sienten toledanos de pro… Recibí a los Reyes de Nepal, Mitterrand, Helmut Kohl… Creo que también estuvo Yuri Gagarin.

“KOHL, FELIPE GONZÁEZ Y DON MARCELO SON LAS PERSONAS QUE MÁS ME HAN IMPRESIONADO”

¿Alguna visita te dejó un recuerdo especial?

De los personajes que he conocido a mí el más listo me pareció Helmut Kohl, el canciller alemán. Sabía moverse. Recuerdo que vino con su mujer, les acompañamos mi mujer y yo, con el embajador de España en Bonn, Santiago Concillas. Paseamos por Zocodover y me dijo al ver el Alcázar: ¿este es el palacio de Carlos V, no?… ¡Se lo había estudiado…! Luego Fuimos a comer al Parador, allí coincidimos con una familia más bien humilde que celebraba la comunión de una niña, eran emigrantes en Alemania, le reconocieron y le saludaron y Kohl estuvo encantador con ellos y se hizo fotos. ¡Encantador! ¡Sabía manejar las situaciones! Me impresionó. La verdad es que si tuviera que elegir las tres personas que más me han impresionado diría Kohl, Felipe González y don Marcelo González, un hombre de una inteligencia privilegiada. Tengo algunas anécdotas…

¿Por ejemplo?

Cuando tomé posesión el Alcázar me recibió con el titular de “El primer acto del alcalde socialcomunista de Toledo ha sido retirar los crucifijos del Ayuntamiento”. Luego alguien me sugirió que no debía llevar el collar mozárabe de alcalde en la procesión del Corpus…

¡Pero si es uno de los distintivos más notables de la Alcaldía de Toledo!

Sí. Entonces yo empecé a hacer las visitas de rigor como alcalde y en un encuentro con don Marcelo, él me dijo que sabía que yo no era un enemigo de la Iglesia y que él mismo me impondría el collar mozárabe. Y lo hizo, en la iglesia de San Lucas.

¿Cuál es tu rincón favorito de la ciudad?

Siempre me he sentido muy a gusto en el casco histórico. Mi despacho profesional siempre ha estado en el casco: primero en la calle Santa Justa, luego en la calle Comercio, tanto al principio como al final, luego en la calle Alfonso X el Sabio y ahora en el callejón del Lucio. Siempre supe que esta ciudad es lo que es por el caso histórico.

“UN PADRE ME DIO LAS GRACIAS POR ARREGLAR UNA CALLE MUY PEQUEÑA DE SANTA BÁRBARA Y QUE SU HIJO PUDIESE JUGAR”

¿De qué decisión tomada como alcalde te sientes más orgulloso, junto con la de la declaración de Ciudad Patrimonio de la Humanidad?

Pues… Fíjate… De pequeñas cosas. Recuerdo que arreglamos una callecita, en Santa Bárbara, al final, ya al lado de la Academia de Infantería, una callecita empinada, que no tenía ni luz ni alcantarillado ni por supuesto aceras ni asfaltado… Un día me encontré a un señor que le dio a su hijo: “Mira, gracias a este señor tú puedes jugar en la calle…”. Aquello… La vida está hecha de pequeñas cosas. Las grades están muy bien, rehabilitar el Ayuntamiento, el teatro de Rojas, el Mercado de Minoristas… Esas cosas son importantes, pero a veces son las pequeñas cosas las que tienen una mayor satisfacción.

¿Alguna espina clavada, algo que lamentaras que no te diera tiempo o no pudieras hacer?

Siempre habrá algo, cada alcalde tiene que ir superando al anterior… Y, además, hay que ser lo suficientemente inteligente y humilde para desear que el que te suceda sea mejor que tú, porque tú lo que estás persiguiendo es el bien común. Yo tengo una relación correcta y normal con todos y creo que cada uno en su tiempo hizo lo que pudo… Hicimos lo que pudimos. Las cosas hay que tomarlas con bastante normalidad, que es lo que quieren los ciudadanos.

“ES IMPORTANTE MEJORAR LA ACTIVIDAD INDUSTRIAL, NO SER SOLO UNA CIUDAD DE SERVICIOS”

¿Cuál es la asignatura que la ciudad tiene pendiente de aprobar?

Siempre va a haber una asignatura pendiente de aprobar. Desde mi punto de vista es importante mejorar la actividad industrial, que no seamos solamente una ciudad de servicios, tanto en turismo como administrativos. Y luego, cada 12 años amos a tener pendiente una cosa…

El POM…

Sí.

¿Por qué es tan difícil aprobar un Plan de Ordenación Municipal en Toledo?

Hay que tener claro que un Plan General no puede tener una vigencia superior a los 12 años y eso implica que a los 10 de aprobado el último hay que ponerse a trabajar en el siguiente. ¡Y eso tiene que ser una obligación! La ciudad está viva, cambia, las necesidades son distintas y hay que hacer modificaciones; lo que no se puede es hacer continuamente modificaciones puntuales del planeamiento. Hay que pensar, no improvisar, por dónde quieres que tu ciudad crezca, cuánto quieres que tu ciudad crezca y cómo quieres que tu ciudad crezca. Eso es necesario hacerlo y esa es la asignatura pendiente que hay que aprobar. Porque el POM es el instrumento político, económico, social y jurídico más importante que tiene una ciudad, todo gira alrededor de POM.

“LA ABOGACÍA ME HA DADO DE COMER, PERO DONDE ME HE REALIZADO POLÍTICA Y SOCIALMENTE ES COMO ALCALDE”

Has sido alcalde, diputado y jurista, ahora miembro del Consejo Consultivo de CLM… ¿Dónde te has sentido mas cómodo?

Lo que me ha dado de comer ha sido mi profesión y yo amo mi profesión. La profesión me dio a conocer y me permitió ser lo que todo ciudadano sueña, ser alcalde de tu ciudad. Y yo tuve esa suerte. En el Congreso fui muy feliz, fui ponente de 8 leyes, todas de derecho privado… Como lo soy en el Consejo Consultivo, un órgano eminentemente jurídico. Pero donde política y socialmente me he realizado no cabe duda que es siendo alcalde. No cabe duda.

Como político tienes fama de ser un hombre de carácter y un hueso duro de roer para tus superiores jerárquicos… ¿En política falta y ha faltado gente que diga las cosas como las piensan en vez de buscar no meterse en líos y mentir?

Todas esas cosas que dices… Será verdad… Ja, ja, ja… Yo lo que creo es que en esta vida hay que tener principios y de los principios no se puede abdicar. Principios morales, humanos, intelectuales… Y eso significa que tienes criterio. Tener criterio puede molestar, pero si las propuestas que haces son fundadas, tienes que pelear por ellas y al que no le guste, pues… A ti te han elegido para buscar el bienestar y si tú crees que tu propuesta es la correcta, pues tienes que pelearla.

Eres de los pocos alcaldes de Toledo que no ha intentado ser presidente de la Junta…

Ja, ja, ja…

Para tu tranquilidad… Porque parece una maldición para la ciudad el choque de trenes que se produce a veces entre la Junta y el Ayuntamiento.

La verdad es que yo con Pepe Bono, sobre todo en la primera legislatura, tuve buena sintonía. Al final, no con él, pero en el año 87 tuve problemas dentro del partido, eligieron otro candidato y tal…

Y el PSOE consiguió el peor resultado de la historia en Toledo.

Sí. Luego nos vimos Pepe y yo, me insistieron para que volviera en el 91… La verdad es que los alcaldes que intentaron ser presidentes de la Junta tenían una ventaja sobre mí, que habían vivido la vida orgánica del partido y yo no estaba tan metido, entre otras cosas porque no tenía tiempo. A mí no me daba de sí el día como para dedicarme a otros menesteres cuando era alcalde. Hay que saber que los intereses de los ciudadanos están por encima y decir que no te importa quién corte la cinta con tal de que las cosas se hagan. Nosotros hicimos polideportivos, centros de salud, piscinas y calles que no se han arreglado hasta ahora y han vivido de las rentas de lo que hicimos, rehabilitamos muchos edificios de esta ciudad… ¿Sabes cuántas placas hay con mi nombre en esos sitios?

¿Cuántas?

Ni una.

No fue poniendo placas…

No. Solamente una, la de la declaración de Toledo como Ciudad Patrimonio de la Humanidad en la Puerta de Bisagra y puse a Javier Solana delante, que era el ministro de Cultura. Luego hay otra placa con mi nombre, que la puso la Fundación Ortega y Gasset, no yo, en la plaza Padre Juan de Mariana; y otra en el corral de Don Diego, que me pusieron los vecinos, como agradecimiento por su rehabilitación.

“PAGE LO HIZO MUY BIEN COMO CONCEJAL, BONO ME LLAMÓ PARA LLEVARLE AL GOBIERNO Y YO NO PODÍA FRENAR SU CARRERA”

El primer cargo institucional del presidente de la Junta, Emiliano García-Page, fue concejal en Toledo, contigo de alcalde.

Sí.

¿Qué veías en aquel joven concejal que sigues viendo en el presidente de la Junta?

Emiliano fue concejal conmigo muy jovencito. Era un hombre con un dinamismo político importante, la verdad. Él había mamado la política de siempre, en las Juventudes Socialistas, tenía mucho dinamismo y se movía muy bien. Llevaba Festejos y lo hizo bien. Pero no mucho tiempo, porque me llamó Pepe Bono para pedirme que Paco Hernanz, que era el concejal de Hacienda, tenía que ir como presidente de Caja Toledo. Y entonces di Hacienda a Emiliano y ese fue su trampolín. Yo fui un padrino pequeño, luego tuvo un padrino más importante que yo, que fue Pepe Bono. Él lo hizo muy bien en Hacienda, pero me llamó Pepe Bono y me dijo que se lo llevaba al Gobierno y yo no podía frenar su carrera política.

“A PAGE LE ACONSEJO DIÁLOGO Y A TOLÓN QUE SEA VALIENTE”

¿Le darías a Page algún consejo, alguna precaución que creas que debe tomar?

Ahora parece que se pone de moda algo que es consustancial a la política, que es el diálogo. Hay que huir de sectarismos, dentro y fuera, hay que abrirse y entender que la gente quiere otra cosa, porque la que le han dado no le ha gustado.

Y, ¿qué sugerencia o precaución aconsejarías tomar a la alcaldesa, Milagros Tolón, una persona a la que has apoyado mucho también?

Sí, sí… A mí me paree que Mila es una mujer dialogante, que está dialogando… Hombre, defiende su parcelita, lógicamente. Pero es una mujer dialogante. Y… Tiene que ser valiente, hay que ser valiente…

¿Con qué?

Con todo. Hay que decir las cosas como las piensas, hay que pelearlas y hay que luchar por lo tuyo y saber cuál es tu sitio, dónde te han puesto los ciudadanos.

¿Por qué crees que el PSOE está como está y qué sensación te produce, tú que has conocido los tiempo en el que los socialistas lo ganaban todo?

Ahora uno es espectador impenitente. Hace unos años, en abril de 2014, escribí una conferencia que se titulaba “Propuestas para regenerar el sistema político: Racionalización del Estado Autonómico y Reforma Constitucional en clave federal?”. Así que no se me puede llamar oportunista si digo que es necesario regenerar la política, que empieza por la regeneración de los partidos. Los méritos no se ganan por estar sentado en una silla unos años, sino con tu capacidad intelectual y la huella que eres capaz de dejar en la sociedad. Con tu capacidad de poder dirigirte a pecho descubierto a la gente porque no tienes nada que ocultar.

Tú eres partidario de las primarias desde hace tiempo…

Sí, sí… Soy partidario de que la gente elija. Y creo que hace falta una regeneración política muy importante.

“MIENTRAS NO HAGAMOS UNA REGENERACIÓN POLÍTICA A FONDO VENCERÁN LOS POPULISMOS”

¿Crees en un pacto con independentistas y Podemos para que el PSOE gobierne en España?

Bajo ningún concepto. ¡Bajo ningún concepto! Yo amo a España, quiero a mi país y España es uno. No. no. no… Ni mucho menos. Sí soy partidario de un estado federal, siempre lo he creído y la realidad nos va diciendo que hay que adoptar ciertas fórmulas. El federalismo no es una invención de España, existe en Canadá, en Alemania… Somos un país cuasi federal en la realidad, ya quisieran muchos länder alemanes tener las competencias que tienen nuestras comunidades autónomas. Y creo en que vayan los y las mejores, no puede ser que vaya gente que… ¿Cuál es tu currículum, qué has hecho, qué sabes hacer? No vale que es que eres amigo de no sé quién…  No, eso no vale. Mientras no hagamos una regeneración política a fondo vencerán los populismos, porque dicen lo que la gente quiere oír, aunque sea irrealizable. Es necesario que los partidos con poso empiecen a pensar que la cosa no va por ahí.

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